Siguiendo los lineamientos del Noble Óctuple Sendero, llegó el momento de ser estrictos con nosotros mismos.
Año de cambios. Año de florecimiento de la Humanidad. Hagamos de este decálogo antiguo, de idealistas propósitos, la norma en el importantísimo año2011:
Impecable la visión,
impecables pensamientos
impecables las palabras,
¡Impecable acción!
Impecables sentimientos
impecable concentración.
Impecable estudio,
impecable corazón.
Impecable presencia,
¡Impecable situación!
Empiezo a comprender: ¿Cómo podríamos
disgustarnos con alguien algún día?
¿Cómo podríamos temer a otra persona?
¿Nos podrían agredir sin motivo?
¡Imposible!
¿Un mundo cada vez más peligroso?
¡Nuestra culpa! A quejarnos a nosotros mismos.
¡Qué ternura inspiran ahora las caritas
de seres mecánicos, dormidos,
que andan por ahí...
sufriendo diariamente...
Ante esta visión, solo nos resta
ser, ahora sí, ¡IMPECABLES!
¡No tenemos alternativa!
¡El tiempo se acabó!