y flotamos placenteramente, esparciendo
corazoncitos de amor y flores de colores
que caen suavemente sobre los durmientes de ciudades apagadas.
Abrimos los ojos y súbitamente, los férreos límites...
Muebles y objetos bruscamente sólidos a corta distancia
con colores oscuros y actitud de gendarmes.
Hay falta de luz y un poco de frío...
Nos apresuramos a cerrar de nuevo los párpados, buscando refugio,
recuperando la libertad...
Y, felizmente, se vuelve a evidenciar
La unidad entre nosotros, los humanos y,
¡La Unidad con nuestro Creador!