Dedicado a escudriñar el laberinto de la Realidad, salir de Matrix y regresar al mágico Shambalá donde reposa nuestro Durmiente
¿Hago yo otro tanto en mi entorno?
Fui emanado de un Sol de hermosura inconcebible.
¿Cómo podría ser un pecador?
Como decían sabiamente las abuelitas: "Las cosas se parecen a su dueño"
Soy Hijo de Dios y por lo tanto no puedo más que ser Amor.
¿Qué me preocupa entonces, sobre mí mismo?
¡No necesito psicoanálisis, ni curso de auto estima!
¡Mi valor y mi esencia se cae de su peso!