domingo, 6 de noviembre de 2022

La verdadera Pandemia que nos puede aniquilar

Sabíamos ya que somos el OBSERVADOR.
Sabíamos ya que CREAMOS NUESTRA PROPIA EXPERIENCIA.
...Hemos intentado practicarlo...

Sin embargo, no nos digamos mentiras: No somos los grandes creadores, ni los grandes observadores... Y mucho más que nuestra propia mente, el que crea nuestro entorno es nuestro maltratado subconciente (e incluso, nuestro caótico inconsciente colectivo). 

¿Por qué?

Porque abandonamos parte de nuestro instrumento creativo en manos de quienes nos prometieron felicidad, si nos dejábamos... "distraer".

¡No hay que "distraerse". ¡Hay que "concentrarse"! 

Leyendo las biografías de personajes de la historia, tendríamos que ruborizarnos... avergonzarnos... al ver, qué lejos estamos de cualquiera de ellos. ¡Gente persistente que se mantuvo firme en sus objetivos y logró grandes cosas.... muchas de ellas, en beneficio de la Humanidad... y nunca para su enriquecimiento personal.

Ellos eran humanos en evolución constante. Seres pensantes. Conocedores de su pasado y con un futuro en mente.

¡Admirables! Y nosotros ¿qué somos? Sub humanos sin tiempo, atados a una rutina, esclavizados por los problemas económicos, clones unos de otros; y ahora, además, sin libertad (Solamente un punto a favor: Al menos ya notamos que un pequeño grupo de astutos nos ha manipulado y nos explota en todos los aspectos sin consideración alguna).

¿Qué pasó?

¿Cómo lograron degradarnos tanto? Nuestros abuelos eran humanos... y pensantes... de eso estoy segura...

Pues, si se dan cuenta, no fue tan difícil. 

Aquí viene la clave: SECUESTRARON NUESTRA ATENCIÓN.

Nos convencieron de que es bueno distraerse, que todos merecíamos algo de distracción en esta difícil vida... 

Y sobre esto se construyó nuestra sociedad, ¡Que no es más que una masa inconsciente con Trastorno por Déficit de Atención generalizado!

¡Otra pandemia! Mejor dicho: ¡la verdadera pandemia!

El caso es que ya no nos podemos concentrar en un tema más que unos pocos minutos, pues nos arrastran toda clase de distracciones: el mensaje de Twiter, la canción de moda, el noticiero, la película, la novela, el concurso, la prensa amarillista.

... nos llama la ilusión una ganancia imposible... un método de adelgazamiento... la esperanza de unas vacaciones, -las vacaciones mismas, que se han vuelto una diversión furiosa y programada (para los pocos que pueden tomarlas)-. Y no se diga de las demás redes sociales, que barajan toda clase de cosas insulsas y superficiales, que llenan las cabezas de todos, se posesionan de sus comentarios y "opiniones" y hacen pensar a los jóvenes que eso es la vida.

Pasamos el día pensando mil cosas simultáneamente, deseando desordenadamente, aleatoriamente, según nos llegan los mensajes a la cabeza desde el exterior... las modas... los premios, más los peligros, los asesinatos, la culpa... el nuevo filme...  Mensajes que se superponen e interrumpen también entre sí... Y nos vamos a dormir con todo ese caos en la memoria...

¿Cómo es posible ser un Creador así? ¿Se nos iluminará algo algún día?

¿Te imaginas a Da Vinci, a Einstein o a Tesla buscando una película en Netflix para distraerse un poco despues de su jornada de invención???

¡Losers! ¡Fracasados! Perdedores por desidia


Con este análisis queda claro, de una vez por todas, el papel de la televisión y las redes, a las que les damos concesiones -incluso los más estrictos- por pensar que no nos hacen ningún daño.

Que son neutrales... Ja! Ja! Ja! 



Conclusión: ¡A trabajar en recuperar el control total de nuestra atención!

Nuestra mente debe enfocarse en lo que queremos a voluntad, no por el ir y venir del bombardeo publicitario y de noticias desorientadoras.

¡No hay que "distraerse". ¡Hay que "concentrarse"! (¿Suena a monje Zen?)

Para lograrlo, no hay nada escrito. Pero queremos regresar a ser seres pensantes, verdad?: ¡Que cada uno busque un método para volver a ser el Rey de la Creación. 

¡El Creador de su destino!