Anoche se me reveló un detalle importante sobre mi pensamiento permanente (por no decir obsesivo): la escencia de mi Infinito Amado.
Serían dos espirales superpuestas, que giran en sentidos contrarios. Una, gira hacia su núcleo y representa la fase absoluta de Dios; eso es, el Orden Implícito de Bohn. Es decir, lo que no se ha manifestado y no se puede representar. Esta espiral no tiene leyes ni expresión diferente de un Gozo inherente a ser Todo.
La segunda espiral gira hacia afuera, de manera expansiva, y manifiesta dimensiones, colores y mundos. Es la fase explícita que en diferentes dimensiones se experimenta como realidad: el Orden Explícito, que tendrá formas diversas, según donde esté enfocada nuestra atención/percepción. Esta espiral funciona con las leyes de la Física Cuántica.
Mmm.. y, las Leyes de Newton, ¿donde operan?
Sencillo: La gravedad, el tiempo, el espacio, la velocidad limitada de la luz, lo perecedero, la inercia ¡solamente funcionan en la estructura sobreimpuesta de Matrix! Allí, hecha de la misma Escencia del Infinito, pero con vibración muy baja, está una tercera espiral que constituye el engaño del Samsara.
Resulta, en conclusión, que la mejor representación de la Realidad de Realidades es el Triskel celta:
Son tres las espirales en las que nos movemos, siendo la más burda y baja la que experimentamos en el planeta Tierra como nuestra vida diaria. (Sea impuesta por otros personajes aprovechados o sea una etapa natural que debemos superar)
Le sigue hacia arriba el Mundo Cuántico, con las múltiples posibilidades y mundos diversos de distinta frecuencia de vibración, en la que vive gente posiblemente más avanzada mental y espiritualmente que nosotros.
Y, ¡se culmina con la frecuencia de Dios!
Allí donde está Todo
y donde Todo es UNO