La energía creada por la práctica del Qi-Gong o Chi Qung es tan asombrosa, que
casi pensaríamos que sus demostraciones son trucos de los maestros de este arte.
Pero no
es difícil sentir la energía en las palmas de las manos y luego en la
totalidad del cuerpo, después de unos pocos minutos de ejercitarse con
los suaves y sencillos movimientos del Qi-Gong.
Y son
suaves estos movimientos, porque no tratan de generar la energía a partir de esfuerzos
musculares... Sino a partir de la concentración en el propio espectro de
luz interna mediante la respiración.
El Qi-Gong nos enseña a almacenar la energía.
Una vez aprendido esto, ya podemos aplicarnos al Tai Chi o a las artes
marciales. Pero la base está en esa delicada gimnasia que nunca tensa
los músculos y nunca hace movimientos rápidos ni fuertes, ni usa posiciones rectas ni en ángulos; más bien, siempre fluye en ondas y círculos.
Por
lo anterior, a los hombres muchas veces no les gusta esta práctica. Muy
suave, casi femenina, no pareciera producir ningún efecto corporal. Pero
increíblemente, tonifica los músculos y hace más fuerte y ágil al
cuerpo. Sincroniza la respiración y mejora la circulación y la capacidad pulmonar. Todo ello optimiza el funcionamiento orgánico general, reflejándose en una mejor salud y alegría permanente.
El maestro Wong Kiew Kitt dice que no es posible estar enfermo si se practica el Qi-Gong. Incluso, anima a personas enfermas a participar de sus cursos de Qi-Gong, para darse luego el gusto de exponer al personaje tras las primeras sesiones, ya curada.
El maestro Wong Kiew Kitt dice que no es posible estar enfermo si se practica el Qi-Gong. Incluso, anima a personas enfermas a participar de sus cursos de Qi-Gong, para darse luego el gusto de exponer al personaje tras las primeras sesiones, ya curada.
Esto que hemos dicho, tal vez suene común y repetido por muchas disciplinas. La real fuerza energética del Chi se puede concentrar por un maestro experimentado de Qi-Gong, para doblegar a más de 15 atacantes simultáneos, ¡Sin ni siquiera tocarlos!