sábado, 15 de noviembre de 2014

"Origins". ¡Se nos olvidó que estábamos en el Edén!!!!


 La película "Origins", "Volver al Origen", que sus autores han puesto gratuitamente a disposición de todos nosotros, muestra cómo en lugares casualmente intocados por el hombre, los animales conviven sin agredirse y compartiendo el ambiente de manera simbiótica. Todos son importantes y todos se respetan entre sí, pues encuentran todo lo necesario para su subsistencia.

Fue solamente cuando el hombre apareció y empezó a explotar a las demás especies, acaparando y destruyendo los recursos, que empezó la lucha por la supervivencia que vivimos ahora, que nos mantiene estresados, enfermos y deprimidos, y que ha llevado a la desaparición de valiosísimas especies vegetales y animales.

O sea que el planeta Tierra era realmente El Paraíso, donde Dios puso al Hombre!!!
Allí todo era inicialmente abundancia y el temor no existía!!



Belleza, paisaje, frutas, agua cantarina, atardeceres, eran el regalo de la Madre Tierra para sus seres... Para todos, no solamente para el ser humano.

Así que concluye la investigación que la forma de sobrevivir con calidad real de vida, es aprender del pasado. Volver a nuestros orígenes! Donde están pueblos, que en número muy reducido han podido salvarse del ataque de nuestra "cultura" y que deciden cada uno de sus actos pensando en las generaciones futuras. No en una, la de sus nietos, que puede ser la ocasional generosidad que nosotros alcanzamos... ¡Sino en las siguientes siete (7) generaciones!!!! Qué lejos estamos de ellos en nuestra inconciencia y egocentrismo.

¿Cómo fue que nos perdimos tanto, para quedar finalmente atrapados en el tiempo? Tiempo ilusorio que nos impide vivir plenamente en el presente ni disfrutar la simplicidad y belleza de la vida?

Volver al origen. Podemos vivir más simplemente. No necesitamos sino cuatro cosas para sobrevivir:
  1. Vivienda
  2. Agua
  3. Fuego (Energía), y 
  4. Comida
Y la comida es lo que en aras del enriquecimiento de las grandes multinacionales, nos está fallando, llevandonos a las enfermedades crónicas, la debilidad permanente y la depresión.

¡Pero podemos cambiar! Somos los consumidores. No le demos un solo peso a la industria que nos envenena. Exijamos la comida orgánica y natural, hasta que ésta se generalice por simple regla de oferta y demanda.

Apoyemos la eco-agricultura y la agricultura orgánica.


Y si tenemos la fortuna de poseer un pedacito de jardín, aprendamos a cultivar lo que más nos guste, en pro de la salud de nuestra familia y sin dañar el planeta.

¡Podemos ser la generación que detenga 
el generalizado estado de enfermedad 
del planeta y de la gente!