Dijo un neurólogo que el cerebro tiene por función la supervivencia, no la felicidad.
Por eso, el cerebro siempre piensa negativamente, buscando todos los riesgos y peligros para dar la orden de huir oportunamente.
Entonces, ¡No le demos al cerebro ni al pensamiento, la responsabilidad de buscar nuestra felicidad!
Asumamos nuestro papel de frente.