Si tu negocio o actividad no deja la huella de tu brillante Ser
¡Modifícalo o abandónalo!
La siguiente charla de mi recientemente descubierto Dandapani me dejó boquiabierta.
Primero, porque muestra cómo vivimos, a pesar de que nos autodenominemos "meditadores".
Y segundo, porque da la solución y los simples ejercicios de entrenamiento para superar nuestra distracción permanente, que es la culpable de que no logremos nuestras metas y mucho menos que seamos capaces de visualizar con alguna constancia un objetivo.
Practiquemos el HACER UNA COSA A LA VEZ, realmente CONCENTRADOS EN ELLA.
Ya no más saltar de un tema a otro, ni hacer 3 cosas a la vez, que al final quedan parcialmente hechas.
Nuestra mente no trae manual. ¡Pero podemos aprender a manejarla correctamente!
El subconsciente es como nuestro pequeño mar de inmensidad. Es una fracción de información clave para la formación de la experiencia, que está comunicado por un estrecho canal con toda la vibración y energía que constituye al Universo.
Allí, con todo el material de la Creación disponible, organizamos nuestro mundo, ladrillo a ladrillo en nuestros primeros años -principalmente- como afirman los psicólogos.
Almacenamos, no siempre ordenadamente, todos nuestros miedos, las alertas, las experiencias dolorosas, más todo lo que los adultos nos dijeron y nos trataron de enseñar sobre la vida. Allá también tenemos un rincón reservado para nuestra propia imagen, construida sobre las frases que solían decir nuestros padres, familiares y maestros, que fueron fabricando un personaje con muchas limitaciones y sitios vedados.
Luego vinieron nuestras experiencias negativas en las diversas relaciones que abordamos, y asumimos defectos en nosotros, como si fueran verdades inamovibles.
Y así andamos por el mundo. Con un subconsciente lleno de pecados y insuficiencias, que aparentemente ya no se modifica nunca, ni se puede limpiar aunque racionalmente -de forma conciente- ahora veamos que somos mejores que ese monigote.
Por lo tanto, tener acceso al subconsciente es de la mayor utilidad e importancia.
He investigado mucho ese tema y como no creo en las ciencias médicas ortodoxas, nunca me le acerqué a un sicólogo ni mucho menos a un siquiatra. Pero sí a la meditación. Sospechaba que por ahí podría estar la respuesta para ingresar a ese sitio algo tenebroso, pero lleno de potencial.
La meditación sirve muchísimo, pero más que todo me dio paz interior. No me daba la ruta para consultar esos registros akáshicos ni mucho menos para modificarlos.
Hasta que alguien me hizo recordar un libro en el anaquel de mi casa, abandonado por más de 30 años y que había viajado incluso internacionalmente conmigo en mis muchas mudanzas y ensayos de vida.
Era el MÉTODO SILVA. Lo desempolvé y comprendí que su enorme valor es haber desarrollado una metodología mecánica, fácil de aprender, que lo lleva a uno directamente al sitio desde el cual puede crear su futuro, corregir su imagen, sanar el pasado y, en fin, alcanzar el sueño de reescribir su historia con el aporte de la experiencia.
Pero lo mejor: se inventó algunas secuencias para acceder al subconciente, según necesidad, e imprimir allí alguna creencia que nos convenga, o cancelar otra que nos arruina la vida.
Lo demás ya depende de cada uno de nosotros. De que practiquemos y seamos un poquito disciplinados al principio, ¡Nada más!
En este sitio pueden encontrar uno de los muchos libros del Método Silva en PDF de manera gratuita:
Y si quieres tomar un curso moderno del Método Silva, oye lo que Vishen Lakiani nos cuenta de su experiencia personal, que es muy interesante.