Ahora, estamos en un punto en el que lo que importa, no es saber que estamos siendo parte de un programa informático. Eso está ya bastante claro. Lo que importa es concer la posibilidad de que mediante este simple y temporal programa, podríamos ser felices y concientes de nuestro potencial.
Porque es una especie de juego que nos enseña y nos muestra claramente que nos conviene ser cada día más concientes y más dueños de nosotros mismos.
Si es así, ¡Es un juego didáctico muy útil! Un pasatiempo que nos puede divertir y a la vez, enseñar mucho aquí en La Tierra.
Cierto. Es temporal.. Pero si nos proporciona una vida con alegría, no sería suficiente para darle valor?
Entonces, ¡Salgamos del letargo! No es conveniente creer que estamos en un mundo inflexible donde rige un destino fatal. Ya otros sufrieron bastante con esa idea en la Edad Media. Así que, regresemos al mundo mágico de nuestra infancia, porque ahora vemos que también era correcto y nos puede hacer sentir muy bien.
En el mundo de fantasía de aquellas épocas de nuestra niñez cada uno soñaba de acuerdo a su autenticidad. No eran temas uniformes. Cada uno tenía su personalidad y así, desde dentro, desarrollaba su mundo mágico.
¡Despertemos! Ser millonario o famoso no es un sueño que nos haga felices. Más bien es ingresar a u remolino de situaciones contradictorias y no necesariamente plenas.
El consejo es: Maneja tu Mundo Fantástico como solo tu niño interior sabía hacerlo.
No dejes que entre allí ningún miedo implantado, ni supuestos peligros ni amenazas de catástrofes.
¡Tomemos el timón de nuestro mundo mágico de nuevo!
(No es tan difícil si un cualquier niño puede hacerlo).
