No recuerdo haber escrito sobre el amor. Pero hoy ya tengo más clara la panorámica:
Aunque se exprese a veces así, ¡El amor no es la atracción incontrolada! ¡El amor no es el choque magnético e inconciente de los opuestos! Tampoco es el apego de los similares, ni de los que se necesitan mutuamente... ¡Eso es miedo!
Por fin entiendo el amor en el mundo dual.
... Cuando dos se pierden en los ojos del bienamado... (Como le pasó a Rumi)
... Cuando se abrazan por minutos enteros sin dejar espacios, ¡Ya no hay Tiempo!
¡¡Ya no hay dualidad!!!
Es asomarse al infinito, vislubrando la Unidad.
Estado meditativo.
¡Somos Uno! ¡Es el Amor!
Cuando los amantes incondicionales se miran en silencio
chispas brillantes se comparten y lazos energéticos se fortalecen.
Las auras se combinan y disuelven
y de su suma se yergue un ser poderoso que mira sin temores,
con los ojos serenos de dos chakras frontales.
Ahora es uno.
Por eso no se habla.
Se siente, con una sensación que es simplemente conciencia acrecentada,
como decía Don Juan.
Y ahí está también el secreto del gozo juntos:
No es que cada uno se pierda en sí mismo
-como le pasa a la pareja superficial moderna-
olvidándose por un momento del otro...
Es que ambos se olvidan de sí mismos
¡Perdiéndose en el Nuevo Uno!
Aunque se exprese a veces así, ¡El amor no es la atracción incontrolada! ¡El amor no es el choque magnético e inconciente de los opuestos! Tampoco es el apego de los similares, ni de los que se necesitan mutuamente... ¡Eso es miedo!
Por fin entiendo el amor en el mundo dual.
... Cuando dos se pierden en los ojos del bienamado... (Como le pasó a Rumi)
... Cuando se abrazan por minutos enteros sin dejar espacios, ¡Ya no hay Tiempo!
¡¡Ya no hay dualidad!!!
Es asomarse al infinito, vislubrando la Unidad.
Estado meditativo.
¡Somos Uno! ¡Es el Amor!
Cuando los amantes incondicionales se miran en silencio
chispas brillantes se comparten y lazos energéticos se fortalecen.
Las auras se combinan y disuelven
y de su suma se yergue un ser poderoso que mira sin temores,
con los ojos serenos de dos chakras frontales.
Ahora es uno.
Por eso no se habla.
Se siente, con una sensación que es simplemente conciencia acrecentada,
como decía Don Juan.
Y ahí está también el secreto del gozo juntos:
No es que cada uno se pierda en sí mismo
-como le pasa a la pareja superficial moderna-
olvidándose por un momento del otro...
Es que ambos se olvidan de sí mismos
¡Perdiéndose en el Nuevo Uno!