lunes, 24 de febrero de 2020

Favor en mi Sepelio

A mis familiares les pido un favor:
en mi sepelio no hagan elaboradas ceremonias religiosas.
No llamen al capellán,
ni a ése familiar que es obispo.


No quiero misas, alabanzas, infiernos ni glorias.

Espero que no les parezca muy "triste" que yo me vaya al más allá
sin la"guía" ni las palabras de Dios
expresadas por el representante de Él en la Tierra.


Sepan que Dios no ha nombrado representantes aquí.

A nadie le ha dado superioridad sobre los demás,
a nadie le ha dado en exclusiva su verdad,
ni poderes ni ascendientes.

-El que diga que los tiene,
se los arrogó por la fuerza-
Y si es inevitable hacer una misa, dadas sus convicciones
pues tal vez les causa conflicto dejar las cosas así...   
¡No quiero que se compliquen!

Iremos a una capilla como muelle de despedida.
Cualquiera sirve:
De cualquier religión o filosofía.

Celebren lo instituido, si eso es imperativo.
Pero mi condición única es:
Mejor, que el sacerdote no hable!

¡Que no diga nada!
No me señale, ni a ustedes, qué esperanza hay que tener.
Y que no engañe a mis dolientes -si hay alguno-
con su discurso inconexo.

Yo estaré bien:
Intuyo a dónde voy.
Sé de Quien soy parte.

¡Todo estará muy bien! 
(Seguramente mi eterna curiosidad me estará entusiasmando)