El joven Matías de Stefano lo sorprende a uno con sus "recuerdos" de vidas anteriores
en otros planetas y otras dimensiones.
Gracias a ello, tiene una clara comprensión del origen del Universo y del "Plan Divino", que no es otro que el propósito conjunto de Todo-Lo-Que-Es, para ser más y más consciente, -hasta de su fragmento más insignificante-.
El Todo logra ésto mediante un viaje cuidadoso y lento a lo largo de dimensiones fabricadas por Él mismo en el momento de iniciación del Plan.
Un viaje que se debe hacer formalmente:
No saltando de aquí para allá.
No saltando de aquí para allá.
Esto significa que si elegimos vivir, por ejemplo, la "materialidad" (para esto La Tierra en su tercera dimensión es ideal), debemos hacerlo completamente.
¡Qué es completamente? ¡Experimentándolo todo! El bien y el mal y lo mediocre también.
Volviéndonos maestros en este nivel. Lo que implica entendiendo lo bueno y el camino para ello, lo mismo que entendiendo lo malo y comprendiendo sus implicaciones debido al karma.
Entonces, para no pasarla tan mal en esto de experimentar lo malo y lo desagradable, la persona despierta puede aprender de la experiencia de otros, observándolos compasivamente.
¡Ese sería el método para no tener que experimentar la vida del traidor, al asesino y el corrupto!