Michael Talbot fue quien nos abrió los ojos al holograma en que vivimos. A mí personalmente, en 1996 con el libro El Universo Holográfico. Luego, prematuramente, se fue de este mundo, cumplida ya su misión. Sin embargo, tuve la fortuna de verlo ayer en una entrevista de 1991 presentada en GAIA y siguió dándome pistas maravillosas que comparto aquí.
Dice Michael Talbot que, -como sabemos-, el universo es una sopa de frecuencias y posibilidades, como las ondas de radio que llenan una habitación donde hay un aparato de televisión.
Solamente aparece una "realidad" una "historia", cuando encendemos la TV y sintonizamos un canal. La historia no existe ni antes ni después. Pero si la elegimos, la podemos disfrutar intensamente.
La mente se sienta enfrente del aparato a mirar el programa que escogió, divertida, o asustada, según el caso.
Y la mente vive la historia. Se interesa y sigue atentamente el desarrollo de la aventura.
Pero, ¡Esta aventura es irreal!
La aventura está en un holograma que la mente armó, instalando en la caja del aparato de televisión (su subconsciente) los programas o creencias correspondientes, tomados de la gran cantidad de posibilidades que el dial le ofrecía. Punto.
Ese es el proceso. Esa es la verdad:
Hemos alimentado el subconciente con creencias heredadas de cualquier sicópata político o religioso del pasado, o peor, con creencias equivocadas sembradas durante nuestra infancia descuidadamente por padres y "educadores". Y con ello, hemos escogido el canal para crear la "realidad" que se volvió nuestra vida.
¡Es dramático! Así funciona, pero hacemos de esto un caos por nuestro desconocimiento de los detalles operativos. ¡Tremendo!
Pero, a la vez ¡Es una gran noticia!
Entonces, Sí somos literalmente los creadores de nuestra realidad.
Y ¿Dónde está la clave para manejar este conocimiento? ¡En el subconciente!
Han fallado maestros y coaches, o por lo menos nos han dado las recomendaciones incompletas, cuando nos han dicho que el canal se puede forzar mediante afirmaciones positivas, o manteniendo la idea deseada en la cabeza todo el día, o escribiendo el deseo y colocándolo bajo la almohada... o cualquier otro método.
No: ¡La clave está en el sub conciente!
Pero, ¿Cómo accedemos al subconciente? Simple:
-¡CON LAS ONDAS ALFA!-
Sistemas fáciles de usar para entrar voluntariamente a la frecuencia cerebral Alfa en nuestra vida moderna:
- Mediante la meditación sin objeto (Zen, por ejemplo), que pronto nos lleva a las ondas Alfa.
- Con la ayuda de sonidos bineurales que nos induzcan las ondas Alfa.
- Practicando el Método Silva, contando despacio del 25 al 1, relajados, con los ojos cerrados.