miércoles, 14 de septiembre de 2022

Solo acepto MIS pensamientos

No imaginamos el control mental al que hemos sido sometidos, ¡al menos durante los últimos años!

Hoy, mi conclusión de este análisis es proponer dos cosas:

  1. Que estemos alertas a lo que está sucediendo, dejando a un lado nuestra angélica ingenuidad y,
  2. Que usemos en los tiempos libres y antes de dormir, un mantra que contrarreste posibles influencias enviadas por Wifi, Alexa, etc. y que diga algo así como: ¡SOLO ACEPTO MIS PROPIOS PENSAMIENTOS Y LOS DE NADIE MÁS!

La tecnología que, se asomó depronto como una maravilla salida de la nada, resultado del cuento de que había unos jóvenes desaplicados, experimentando en un garaje con resultados fantásticos, invadió nuestra vida de un solo golpe.

Nosotros, -inocentes y crédulos siempre-, imaginando que todo: el computador, el celular, el internet, el Wifi, habían sido inventados por una nueva generación de genios, a la que evidentemente no pertenecíamos (aunque nos hubiéramos quemado las pestañas en la universidad).

Otros, más pensantes, explicaban: "Esta tecnología es producto de la experimentación militar de las potencias". Y otros, más concientes replicábamos: "¿Desde cuando las fuerzas militares son investigadoras e inventoras?" sospechando ayuda extraterrestre.

Imposible negar que la tecnología nos facilitó la vida. Es un hecho. ¡Fue un salto de 100 años en una semana! 

Pero, como siempre, esta tecnología que vemos, tan amablemente puesta al servicio de los ciudadanos comunes, es solamente la punta del iceberg... Es solamente, lo que necesitábamos aprender, para que pudieran acceder directamente a cada uno. Debajo debe haber de todo... hasta tecnología espacial avanzada.

Si. Vemos a Elon Musk con su megaconstelación de satélites Starlink, colocando sin esfuerzo 53 satélites en órbita en un día (29 de abril 2022), con más de 2320 ya exitosos y operativos en órbita. Él dice que lo hace para dar Internet a todo el mundo. Es, ¡poco menos que un filántropo! Ja! Ja!.


Su proyecto es colocar cuanto antes, 42.000 satélites a baja elevación alrededor del planeta, para proveer conectividad. ¡Upps! ¿Esto qué es? Será que ¿por fin alguien se acordó de los niños de la Guajira? o de los niños de las favelas de Río de Janeiro? o ¿de los 20 millones de analfabetas famélicos de Etiopía?

¡Despertemos! Si no entendemos que esas actividades van para otra parte, -muy distinta de ofrecer acceso de red a los pobres del mundo-, es que seguimos siendo los mismos niños ingenuos de los años 70.

Quién sabe qué cosas estarán ya en operación para controlar la población. Y aquí llegamos a lo que les quería preguntar:

Cuando están despertandose, ¿No han recibido en su cabeza frases coherentes pero, totalmente ajenas a su habitual pensar? A mi me pasa mucho, desde chica; incluso, a veces, despierta, cuando estoy relajada, pienso algo absurdo como: "...que los usuarios pongan aquí su información"; o "...que sirvan el té a las 5" . Y yo , que ¡Jamás compro ni tomo té! Ni pienso en el té, porque no hace parte de mi cultura.


No les habrá pasado a ustedes este otro fenómeno: Tener el sonsonete de una canción pegajosa, no necesariamente de moda, o un jingle de publicidad, que no se logra sacar de la cabeza, por más esfuerzos que hagamos y, que dura a veces, hasta dos días? Se despierta uno al día siguiente, y ahí sigue, obligandolo a repetirlo.

A mí me pasa. Aunque esté trabajando intelectualmente... ocupada en algo concreto. El son sigue ahí, el mismo, y no se va. De manera que termino tarareándolo sin poder evitarlo, cada vez que levanto la vista de mi trabajo o de mi lectura.

Entonces, si es que les ha pasado alguna vez a varios de ustedes, se confirmaría que están haciendo ensayos para sembrar ideas ajenas, en nuestra mentes sumergidas todo el día en campos Wifi de uno y otro lado. Sembrar ideas que, por ahora, son aleatorias. Simples pruebas.



Por todo lo anterior, propongo dos medidas preventivas:

  1. Que estemos alertas a lo que está sucediendo, dejando a un lado nuestra angélica ingenuidad y,
  2. Que usemos en los tiempos libres y antes de dormir, un mantra que contrarreste posibles influencias enviadas por Wifi, Alexa, etc. y que diga algo así como: ¡SOLO ACEPTO MIS PROPIOS PENSAMIENTOS Y LOS DE NADIE MÁS!
Repetir este mantra hasta hacerlo hábito, tal vez pueda servir. Y no sobra desconectar el Decodificador para dormir (se puede dejar encendido el teléfono en otra habitación, desde la cual se alcance a escuchar una llamada, si nos preocupan eventuales emergencias de media noche).

Así que, Si no estamos trabajando con el Internet, desconectemos y así, limpiemos nuestro ambiente, por un rato aunque sea! Les garantizo que la cabeza se siente inusualmente despejada. 

Y finalmente, por favor: No vamos a meternos en el cuento de volver inteligente nuestro hogar. Pensándolo bien, ¡Nadie necesita que el teléfono le avise que la lavadora ya terminó su ciclo. ¡Para eso existe una campanita que traen todas las máquinas de lavar!