domingo, 18 de septiembre de 2022

NI AQUÍ, NI AHORA

Este blog es bitácora de una vida de búsqueda, por lo que se pueden hallar contradicciones en él a lo largo de los años. Me disculpo.

Y es que lo que voy a decir puede constituir un choque a lo que habíamos logrado construir como una ruta de huída hasta el momento, pero... me parece que la práctica del Aquí y Ahora está teniendo un efecto contraproducente en nuestro Sendero; pues en lugar de liberarnos, nos apega más a esta densa y alienante experiencia en La Tierra. Más bien nos vuelve hedonistas, buscando pedacitos de placer en cada instante, para pasarla un poquito mejor en esta vida.


Lo pienso por lo siguiente: observando qué factores nos obligan a permanecer en la ilusoria prisión de Matrix (distracción de la atención/percepción hacia una realidad falsa y apego por la experiencia resultante), me encontré con varias prácticas que teníamos por útiles, revelarse como verdaderamente opuestas a este fin y totalmente infiltradas.

Lo que lleva a desconfiar de todos los maestros y todas las doctrinas, incluso las más revolucionarias, angelicales y recientes. En resumen, TODO LO QUE SEA DERIVADO DEL NEW AGE, que se burló de nuestro naciente impulso por la espiritualidad. El movimiento que fue generado por un personaje, no diré siniestro, pero sí, que me da miedo: la señora Helena Blavatsky.

Pero volvamos a lo práctico: Debe haber una forma de salir de la Simulación: Por ejemplo, dejar de atenderla y con esta pérdida de importancia, quitarle su apariencia de realidad. Esfumarla, al ignorarla, aplicando uno de los principios de la Mecánica Cuántica: “El observador colapsa la realidad. De lo contrario, solamente existen posibilidades en forma de onda”. No colapsemos más esta realidad... dejemosla ser, en sus contradicciones e injusticias, pero no nos metamos más en ella.

David Icke dice que la táctica sería elevando nuestra vibración (nuestra visión de la existencia, nuestras metas, nuestra actitud) hacia nuestro sitio original, al que pertenecemos y desde donde fue secuestrada nuestra atención: la Quinta Dimensión, a la que todos queremos regresar.

Tiene lógica, pues somos seres de 5D en estado de Durmientes en el Plano Astral 4D (donde efectivamente ocurren los sueños… hasta los que tenemos en este momento). Con la novedad de que fuimos atrapados por el mismo sueño (pesadilla) y no podemos salir de ahí.

Hablando de cómo nos mantienen atrapados en dicho ensueño, es que culpo enseñanzas aparentemente atractivas para lograr volvernos más y más consientes, como Estar en el Presente, en el Aquí y el Ahora, que terminarían fijándonos aún más a la ilusión. (Sí me pareció muy raro en su momento, por qué Oprah Winfley había dado tanta pantalla a Eckhar Tolle, autor del libro El Poder del Ahora).

O sea que, la práctica del Aquí (ubicarnos cada instante en un sitio de un supuesto planeta), enmarcado además por un Ahora (partícula de un Tiempo inexistente, pero que es un factor muy importante para mantenernos engañados), lograría aferrarnos más y más a la simulación, haciendo que descuidáramos cualquier otra percepción que, no fuera la percepción material de la tercera dimensión en que estamos.


Y ése es exactamente, el objetivo de todas las argucias a nuestro alrededor: mantenernos creyendo que solamente existe lo que pueden detectar los sentidos (a pesar de que sabemos que los sentidos están limitados a una franja de frecuencia ínfima, frente a la totalidad que sabemos existe).

Recordemos entonces, que somos Hijos del Uno eterno e infinito y que merecemos residir en nuestra verdadera frecuencia, allá arriba. Esto nos dará perspectiva para manejarnos en esta tercera dimensión (mientras estemos todavía en ella) y mirar de otra forma el caos en que nos metimos por distracción.