No he podido recordar dónde leí esta historia... Pero cambió otro de los chips de mi cabeza, para siempre. Lo adapté bastante. No es esta la versión original:
...Unos prospectores espaciales de minerales llegaron a un sitio lleno del mineral que buscaban. Comunicaron la buena noticia al planeta matriz y se instalaron con todas las comodidades, esclavizando a los pobladores locales, haciéndolos trabajar para ellos extrayendo el preciado material.
Como los esclavos eran su activo más importante en el negocio, los extraterrestres no podían dejarlos enfermar ni morir, por lo que construyeron aceptables e higiénicas viviendas comunitarias, medios de transporte para ir a las minas, un sistema para mantenerlos en buena salud, ropa cómoda y les daban una alimentación relativamente nutritiva durante el día. Había cuidado grupal y entrenamiento obligatorio para los niños.Los esclavos eran despertados al amanecer y llevados a las minas. Allí, debían trabajar una jornada larga y pesada, en los socavones; tras lo cual, al atardecer, recibían su comida y eran llevados de nuevo a las viviendas para que descansaran con sus familias.
Sin embargo, el director de la mina no lograba reportar a su base galáctica los resultados esperados. Los esclavos sufrían, estaban siempre disgustados con su propia vida y no producían lo suficiente. Trabajaban el mínimo posible y si podían, fingían torpeza y enfermedades para huir de la labor.
Tuvo que venir desde la casa matriz un perito a sancionar al director y, a entender la razón del fracaso económico del proyecto. Para ello, se camufló entre los esclavos para investigar qué pasaba. Tras unos días como infiltrado, el informe final del perito decía: "Los esclavos no tienen más que una idea en su cabeza y, ella ocupa todos los minutos de su desdichada vida. Es la idea de La Libertad. Si se quiere continuar explotando la isla con este personal local, será necesario hacerlos cambiar de mentalidad"
Recibido el informe, al director del proyecto le dieron unos días para que pensara en una solución que funcionara o tendría que abandonar el cargo.
Él pensó... y pensó y pensó en el informe del auditor, pero ¿cómo hacer que los esclavos no se sintieran desgraciados por ser esclavos? Problema sin solución.
Hasta que tuvo una idea brillantísima que comunicó triunfante a sus jefes, quienes le dieron vía libre para implementarla. Al día siguiente, al comenzar el día, el jefe reunió a todos los esclavos en la explanada entre las bocaminas y les gritó:
"¡Les comunico que hemos decidido dejarlos en libertad!! En adelante, serán hombres libres que tendrán la libertad para manejar su vida como les parezca mejor"
- ¡La algarabía fue ensordecedora! Los esclavos no podían creer lo que oían... El director seguía:
"Vivirán donde quieran, comerán lo que quieran preparar y decidirán el futuro de sus hijos. Y los que deseen seguir trabajando en nuestras minas, recibirán una remuneración por sus servicios"
Y con este episodio, concluyó el problema para ambas partes, pero el paradigma cambió totalmente:
Todos empezaron a buscar por el campo materiales para sus propias casas y, lógicamente, escogieron alguna de las minas para trabajar en ella (no existían más empleos posibles en el sitio). Por su parte, el administrador de cada mina fijó un salario tan estrecho, que siempre los esclavos necesitarían trabajar mucho para poder sobrevivir con él.
Algunos empezaron a cocinar y vender comidas y otros a vender camisetas y zapatos.
Y sucedió que los hombres en la mina se enfrentaron entre sí por tomar los trabajos más difíciles y riesgosos, pues esas labores tenían una paga más alta... También competían por hacer jornadas dobles y hasta triples, para ganar más. Madrugaban más para entrar antes que los otros al trabajo...
Planearon estrategias de mucho esfuerzo para extraer más mineral por unidad de tiempo y, hasta diseñaron pesadas pero eficientes herramientas. Perdieron la moral y pasaban sobre sus compañeros, con tal de lograr un ascenso...
Sin embargo, con esta "libertad", casi no lograban alimentar ni educar a su familia, pues el pago no alcanzaba para las demás necesidades... Madrugaban igual, se aglomeraban, se peleaban, se enfermaban... Comenzó el estrés, la depresión, los divorcios, la competencia para ser preferido por el jefe, la corrupción...
Pero, no les importaba, porque ahora, ¡al fin eran libres!
Escena final: El Director de la Mina fue condecorado y sus ingresos triplicados.