Una cosa es ser Uno, pero otra es no tener individualidad ni creatividad propia.
Dentro de la sopa de confusión en la que nos debatimos los pensantes, a la que genéricamente llamamos Democracia Occidental, conviene oir la opinión del escritor Jano García sobre "el hombre-masa", hablando en línea con Jung sobre lo que sucede, cuando el ser humano pierde su individualidad y abraza las ideas (de manipulación) que se le imparten desde fuentes que "alguien" le dijo que eran confiables.
Hombre-Masa es un término acuñado hace 90 años por Ortega y Gasset, quien dice:
"Este hombre-masa es el hombre previamente vaciado de su propia historia, sin entrañas de pasado y, por lo mismo, dócil a todas las disciplinas llamadas internacionales. Más que un hombre, es sólo un caparazón de hombre constituido por meros ídolos de mercado; carece de una intimidad suya, inexorable e inalienable, y no tiene un yo que no se pueda revocar. De aquí que, esté siempre en disponibilidad para fingir ser cualquier cosa."
El que nos ocupa aquí, más bien, es continuación del mito que analizábamos en una pasada entrada de este blog, Nuestra Lunita de Libertad.
A continuación un ameno video sobre el libro "Contra La Mayoría", el tema del hombre-masa, que nos puede ayudar a entender la Democracia en la que nos sentimos tan seguros, y el por qué de la extraña forma en que ha evolucionado en nuestros países y que nos tiene, poco menos que atónitos a los mayores.