martes, 30 de noviembre de 2010

Poema: Decisión

Comenzando con un método, en la búsqueda sin nombre 
se entretiene mi memoria, revolviendo en las edades;
y de pronto me decido por la fórmula más obvia: Ya que quiero conectarme, ¡Pues hagamos conexión!

Cada día, en la mañana, al sentarme a meditar, enfilo mis emociones del Soñador a la nube.
Es su esencia, su existencia, una Esfera sobre el aire, flotando ante mi conciencia,
pensamiento sideral.

Como dardo, como flecha, sentimiento volador
ascendiendo hacia infinito, bombillita de explosión,
ida-y-vuelta, de encontrarnos,
para que a medio camino
el uno en el otro vida, el otro en el uno sueño…

Quién nos podría separar, ¿si tenemos mismo empeño?

Sobre la coronilla el sitio.
Toda, toda, la energía, la conciencia, el existir,
tiene que allí concentrarse y subir…
Subir.

Cual tirante marioneta sostenida de su pelo
que es así como me engancho, destellante rayo al suelo
derechito hacia los cielos, la espalda debe enrumbar
atrayendo hacia su centro de columna vertebral.

Al principio solo el aire, pero luego la emoción.
Yo te pido, mi Durmiente
¡Que me dieras una mano, si pudieras ayudar!