Basado en el sueño sobre un curador clásico, Epicuro, quien
trabajaba en su droguería con bajo perfil, mientras era de manera oculta un
líder social que enviaba a sus seguidores una instrucción estructurada,
clara y práctica de manera semanal por Internet, comienza la observación crítica de paradigmas que conlleva el cambio del sistema que actualmente nos rige.
Pareciera como si los políticos y dirigentes de ahora fueran sociópatas que consideran como su derecho el apropiarse de todo lo que esté a su cargo. Gente que ya no tiene límites ni respeta a sus semejantes ni a sus gobernados.
Todo eso ya se ha vuelto visible gracias en mucho a la tecnología y a gente como Snowden y Assange que se sacrificaron de por vida en aras de la verdad. Así que el cambio de sistema será un hecho y no tiene por qué ser doloroso.
En qué consiste básicamente? En quitar el engaño y la corrupción de toda
actividad pública o privada. Así de simple.
Nuestro objetivo aquí es desmenuzar las
instrucciones para que sea más fácil a cada uno entenderlo e implementarlo.
Por ejemplo:
- La educación debe abandonar la mentira de que el profesor es sabio y el alumno ignorante.
- La política no puede hacerse para el propio provecho económico o de poder.
- La medicina debe curar y nunca se hará como negocio.
- La investigación y la ciencia no pueden avanzar de manera oculta.
- Debe primar la colaboración para un avance rápido de la humanidad, pues todos tienen algo que aportar.
- La religión debe abandonar sus dogmas y su intención de dominio y manipulación. Ningún hombre es superior a otro y no hay representantes ni intermediarios de Dios en la Tierra.
La maravilla es que en este preciso momento, el conocimiento está disponible para todos y todas las voces pueden darse a conocer, pues el Internet impide que alguien atesore la
información. Además, es muy fácil mediante las redes sociales, que funcionan desde la base de la pirámide social, publicar malos manejos y denunciar hechos dolosos que antes jamás habrían visto la luz pública. En ese sentido vivimos en un momento privilegiado.
Así que, si bien nos va,
- En el nuevo sistema, los industriales ya no podrán vender productos dañinos al consumidor ni al ambiente.
- Ningún negocio podrá basarse en fórmulas deshonestas.
- Será imposible ocultar una actividad contaminante.
- No habrán ciudadanos de segunda ni poblaciones abandonadas en las que los abusos no trasciendan al público general.
- Los periodistas deberán ser analistas racionales e imparciales de las noticias, pues estas serán conocidas por todos, desde su fuente,casi instantáneamente.
- Los padres no podrán ejercer autoridad per se, sino ser maestros y ejemplo de sus hijos.
- Los gobiernos deberán ser honestos ejecutores de la voluntad de los ciudadanos. Así las masas concientes evitarán las guerras y promoverán el diálogo.
- Los escritos estarán disponibles para todos y la música será libre.
- Los bancos dejarán de ser estafadores de cuello blanco.
- Se apreciará la diversidad y se protegerá a las minorías.
- Las personas no fingirán más que trabajan en algo que no les interesa sino que perseguirán sus sueños -sin angustia por el sustento-.
Y ¿Cómo funcionará
entonces la economía? ¿Como viviremos día a día?
Pues no veo otra opción que el gobierno vele, -como le corresponde- por las necesidades básicas de la población. Como antes hacían los emperadores y reyes que se desvivían por el bienestar de sus súbditos y eran amados por su pueblo
Pues no veo otra opción que el gobierno vele, -como le corresponde- por las necesidades básicas de la población. Como antes hacían los emperadores y reyes que se desvivían por el bienestar de sus súbditos y eran amados por su pueblo
De manera que nosotros tenemos que cambiar este sistema voraz que solamente enriquece a unos pocos y que se burla de las naciones. Debemos hacer este mundo más vivible y más humano. Porque también es cierto que si las cosas están como están, es porque lo hemos permitido. Hemos delegado nuestros derechos y hemos facilitado a unos delincuentes que nos controlen para su propio beneficio.
Cambiemos entonces, aunque sea en pequeños detalles de nuestra vida, necesitando cada vez menos del sistema y atándonos menos a él con créditos y afiliaciones inútiles.
¡Seamos comunidades autosuficientes!