Estoy autoformada en una imagen medianamente coherente, tratando de mantener un propósito claro y definido.
Todo en mí: Células, acciones, pensamientos, se deben orientar en esta única dirección: Registrar concientemente la armonía y la belleza que me rodea (si no veo belleza en algo, es que estoy mirando mal).
A veces admiro la perfección, pero me olvido de transmitirla... de mostrarlo a los demás con creatividad-. (Muchos sí lo hacen inconscientemente: artistas, poetas, fotógrafos, escritores...)
Yo, poeta, debo imitar a Tagore.