lunes, 6 de junio de 2022

Supervivencia: Escasez imprevista de agua

Continuando en el tema de "Qué tal que algo no funcione...", debemos pensar en lo desastroso que podría ser un corte de agua prolongado... -por la razón que sea-. Entiendo que eso no pasa en el primer mundo, -excepto en las guerras-, aunque sí en las ciudades de Latinoamérica nos sucede a veces, por uno o máximo dos días. De todas maneras, ¡es terrible!! Y si se juntara con un nuevo confinamiento, o con escasez en los supermercados... sería un desastre para nuestra familia: Lo más grave de lo grave.

Entonces, como ya les dije, es necesario analizar nuestro entorno y hacer un Plan B: ¿Qué solución podría yo implementar para suplir por algunos días la falta de agua?

Lo mejor de lo mejor, si vivimos en los suburbios es tener un pozo. Eso nos da autonomía indefinida.

Como un vecino mío, cuyo padre había excavado en el jardín un aljibe de 10 metros de profundidad, que aún actualmente resume agua como loco y que, en un fuerte verano que se combinó con una rotura del tubo del acueducto, fue la salvación de todos los vecinos, quienes hacían fila frente a su casa con baldes... ¡En pleno siglo XXI!! ¡Quién lo iba a creer!


Acepto que el pozo de agua subterránea es complicado y además, el gobierno le pone a uno todas las trabas y permisos. Pero el que pueda, claro, ¡que lo haga ya!

Lo mejor y más factible es que si identificamos los sitios por donde baja el agua lluvia del techo de nuestra casa, seguramente sí podremos colocar alguna caneca o tanque para tener una reserva, aunque sea chica. Con la ventaja de que se llenará nuevamente cada vez que llueva. La Naturaleza nos protege...


Esta es la mejor solución para quien tenga la posibilidad de interceptar las bajantes de su vivienda. 

Ya despues, para usarla, podrá hervirla o potabilizarla con esas pastillitas que venden para camping, o con un poquito de cloro que se comprará con anticipación. ¡Lo importante es contar con alguna cantidad de agua para cocinar, al menos!

 

Ya si el caso es que estamos viviendo en un edificio, es posible mantener en el garaje estanterías con alguna reserva de agua embotellada. Es un poco complicado, pues debe estarse cambiando cada cierto tiempo, pero al fin y al cabo, es una solución:

Lo otro, si nuestra vivienda tiene lavadero en nuestro patio de ropas, y éste posee depósito contenedor de agua, es mantener esta alberca muy bien lavada y completamente llena de agua siempre:


En todo caso, aisladamente o con nuestros vecinos, es conveniente contar con un plan. Tal vez exista una terraza comunal o un jardín en el que podamos colocar un tanquecito de reserva... si nos ponemos de acuerdo o si el dueño lo permite.

No nos cuesta nada ser previsivos ahora, en lugar de empezar a solucionar el problema cuando ya lo tengamos encima.