miércoles, 7 de junio de 2023

¡La Inteligencia Artificial estaba hace rato aquí!

Soy de las personas que temen mucho la intromisión de la llamada Inteligencia Artificial en nuestras vidas, ante el riesgo de mayor manipulación de la información, según lo que convenga a los grupos de poder y, por la pérdida de libertad, elección y espiritualidad que conlleva su aceptación.

Porque la inteligencia artificial no es solamente un adelanto más, que facilitará nuestra vida. ¡No!

No. La IA en realidad, nos hará menos humanos, menos pensantes y más inútiles.

Nos estandarizará a todos (aunque ya muchos lo están, sin necesidad de un chip dentro de su cuerpo... ja! ja!)

Y lo más gracioso es que nosotros, los ciudadanos del vulgo... en este momento ingenuamente, creemos que hay algo que podríamos decidir o alguna opinión que pudieramos dar al respecto del uso de la inteligencia artificial.


 !Qué risa! La verdad es que siempre otros han tomado nuestras decisiones... 

Pero ignorando esto, se hacen foros... y las universidades y los programas de radio serios consultan personajes prestantes sobre la conveniencia o no de la inteligencia artificial... Analizan los riesgos, tal vez, sobre la juventud... o sobre la educación en general...

Porque ¡Nos encanta opinar! ¡Como si nuestra opinión, importara!

Pero el punto es que, vemos esta innovación como algo más bien futurista, que se limitará a conducir nuestro automóvil mientras miramos una película ¡Gran maravilla! Como si conducir un automóvil no fuera una cosa interesante y agradable (en condiciones normales; no en el hacinamiento de las ciudades).

Imaginamos la IA tal vez, como simpáticos robots que ayudarán en las fábricas y hasta en el hogar. Mmm. ¡Qué bien! ¡pero no es así!

Resulta que como borregos, (borregos muy alegres y agradecidos con los generosos benefactores de la Humanidad que de tiempo en tiempo le regalan adelantos tecnológicos), por años ya, hemos venido preparando la llegada de la Inteligencia Artificial, alimentando y enriqueciendo el Internet, que para nosotros cada día es más confiable y más necesario.


Ese monstruo en el que creemos y confiamos, ¡ya es una realidad! ¡él lo sabe todo! y lo necesitamos todo el tiempo. Está listo para que aceptemos alegremente (la paguemos inclusive), una inofensiva conexión inalámbrica con nuestro cerebro al Internet.  ¡Ese era el temible futuro de la Humanidad! Y está a nuestra puerta.


El Internet nos encanta, porque se muestra como una biblioteca sobre la sabiduría humana sobre nuestra realidad, nuestra historia y los avances de la ciencia. Eso está bien. 

Sin embargo, poco a poco estará olvidando la realidad y nos empezará a crear nuevas dimensiones que al menos a los jóvenes les gustan mucho. Creará mundos nuevos en los que la mayoría preferirá estar y donde será lntamente, pero de manera global, adoctrinada para aceptar, incluso, lo que no le conviene como ser humano. ¡Estaremos totalmente alienados!

Además, puede ya, de manera masiva e instantánea mandar información atemorizante sin fundamento en cualquier momento (ejemplo epidemias, guerras), y las consecuentes órdenes sobre lo que debemos hacer al respecto (como inyecciones depresivas del sistema inmune, por ejemplo).

A partir de ahí... (aquí donde estamos) nos pueden tergiversar toda la información y nos pueden acabar de esclavizar, con nuestro alegre consentimiento. Evitando, además, todo intento de creatividad individual que no esté alineada con lo que la Inteligencia Artificial haya dictado como norma y como actitud correcta.

¿Qué tal?