Pareciera como si los políticos y dirigentes de ahora fueran sociópatas que consideran como su derecho el apropiarse de todo lo que está a su cargo. Gente que ya no tiene límites, miente sistemáticamente y no respeta a sus semejantes ni a sus gobernados.
Comencemos la observación crítica de
paradigmas que conlleva el cambio del sistema que actualmente nos rige, para
ver si podemos hacer algo…
Si quieres mirar este tema en video, te invito a nuestro canal de YouTube en ¡Toma en serio el cambio del Sistema Social!
Esta renovación es muy necesaria y parece
ser ya una realidad próxima, al analizar las tendencias de las reacciones
frecuentes de los ciudadanos del mundo, que han empezado a entender que quien
los dirige, no gobierna para bienestar de los ciudadanos, sino que no busca
otro bien que el suyo propio. Y los recursos que deben usarse en el bienestar
común de la sociedad, cada vez más resultan en arcas privadas, además, con la
máxima desfachatez.
Todo eso ya se ha vuelto visible gracias en
mucho a la tecnología y, a gente como Snowden y Asánge que se sacrificaron de
por vida en aras de la verdad.
Así que el cambio de sistema que
necesitamos, debe hacerse ya, y no tiene por qué ser doloroso.
¿En qué consiste básicamente? En quitar el engaño y la corrupción de toda actividad pública o privada. ¡Así de simple!
Nuestro objetivo aquí es desmenuzar las instrucciones para que sea más fácil a cada uno entenderlo e implementarlo.
Por ejemplo:
La educación debe abandonar la mentira de
que el profesor es sabio y el alumno ignorante.
La política no puede hacerse para el propio
provecho económico, ni para obtener poder sobre sus opositores y rivales.
- La medicina debe ejercerse para curar, no solamente para diagnosticar… y nunca se hará como negocio.
- La investigación y la ciencia no pueden avanzar de manera oculta a la gente, ni puede estar al servicio de los poderosos para doblegar cada vez con más éxito al ciudadano común.
- La religión debe abandonar sus dogmas y sus métodos para atemorizar y manipular. Ningún hombre es superior a otro y no hay representantes por derecho propio, ni intermediarios de Dios en la Tierra.
Debe primar la colaboración para un avance
rápido de la Humanidad, pues todos tienen algo que aportar.
La maravilla es que, en este preciso
momento, un porcentaje del conocimiento está disponible para todos y queda más
fácil darse a conocer, pues el Internet impide que alguien atesore toda la
información.
Además, es muy fácil mediante las redes
sociales, que funcionan desde la base de la pirámide social, publicar malos
manejos y denunciar hechos dolosos que antes jamás habrían visto la luz
pública. En ese sentido vivimos en un momento privilegiado.
Sin embargo, ya apareció la contra oficial a la libertad de expresión, que se manifiesta mediante la censura, la burla y la vigilancia de canales especializados en denunciar las famosas “Fake News”. Sitios oficiales que dicen qué es cierto y qué no… Sitios que denuncian y acaban con la honra de quienes se atreven a hablar en contra de la narrativa oficial.
Ante este obstáculo, debemos ser
inteligentes y precavidos con el lenguaje público.
Así que, si bien nos va, y podemos entre
todos cambiar un poco la situación, En el nuevo sistema, no prosperarán
industriales que vendan productos dañinos al consumidor ni al ambiente.
- Ningún negocio podrá basarse en fórmulas deshonestas.
- Será imposible ocultar una actividad contaminante, porque todos estaremos pendientes de nuestra bella Naturaleza. (No la llamemos “ambiente” porque han degenerado demasiado ese término los políticos, los activistas fanáticos y los anti-humanistas)
- Si podemos cambiar un poco las cosas, no habrá ciudadanos de segunda ni poblaciones abandonadas en escasez, donde los abusos y el sufrimiento se vuelvan costumbre.
- Los periodistas deberán ser analistas racionales e imparciales de las noticias, pues estas serán conocidas por todos, desde su fuente, casi instantáneamente suceden. Sin filtros ni tergiversaciones. Además, como antes, buscarán ellos mismos las fuentes. No como sucede ahora que todos los noticieros vienen de una sola organización monopólica, dejando a los tristes periodistas como simples lectores de noticias.
- Los padres serán autónomos en la educación, maestros y ejemplo de sus hijos. Conservando los valores que se han conquistado lentamente a lo largo de la Historia y que no pueden aparecer como equivocados, de un momento a otro.
- Los niños serán niños y las niñas serán niñas. Como Dios manda. Pero si hay alguna excepción, se le tratará con tolerancia. Pero nunca propugnando por invertir los valores de manera general, porque la gente no es tonta y tiene un límite para aceptar el absurdo.
- Los gobiernos deberán ser honestos ejecutores de la voluntad de los ciudadanos. Así las masas concientes evitarán con ahínco las guerras y promoverán en lo posible el diálogo. Las armas no pueden ser un “negocio” normal y aceptado. No es posible que hacer elementos para que se quite la vida, sea un renglón económico importante.
- El conocimiento estará disponible para todos y la música será libre y armoniosa, sin permitir estereotipos degenerados a la juventud, quien debe ser libre para ser como su personalidad la impulse, sin imposiciones.
- Los bancos dejarán de ser manipuladores financieros y se modificará el concepto de crédito que, es un sistema de despojo a los asalariados.
- Las personas no fingirán más, trabajando en algo que no les interesa, sino que podrán utilizar sus aptitudes libremente, -sin angustia por el sustento-.
Y ¿Cómo funcionará entonces la economía? ¿Cómo
viviremos en el día a día?
Pues no hay otra opción a la de que el
gobierno coordine y auspicie, -como le corresponde- las actividades básicas de
la población. Como antes lo hacían los emperadores y reyes de la antigüedad, que
se desvivían por el bienestar de sus súbditos y eran amados por su pueblo.
De manera que nosotros tenemos que cambiar
este sistema voraz, que solamente enriquece a unos pocos y que se burla de las
naciones y la gente sencilla.
Debemos hacer este mundo más vivible y más
humano.
Porque, también es cierto que si las cosas
están como están, es porque lo hemos permitido con nuestra desidia y nuestro
desinterés.
Hemos delegado nuestros derechos, y hemos
facilitado a gente deshonesta nuestro control para su propio beneficio.
Cambiemos de forma de pensar primero,
estando atentos a lo que sucede a nuestro alrededor, que no es de manera alguna
casual ni aleatoria. Y modifiquemos nuestra actitud, aunque sea en pequeños
detalles de la cotidianidad, necesitando cada vez menos del sistema y atándonos
menos a él, en lo posible.
- Busquemos nuestro alimento en la comunidad cercana.
- Tratemos de cultivar en nuestro pequeño espacio.
- Demos tiempo de valor a nuestra familia y
- ¡Organicémonos en comunidades autosuficientes!
¡Se acabó la época en que, desde arriba, se
nos decía lo que teníamos que hacer, sin saberse claramente cuál era el enfoque
ni con qué intención nos daban cada instrucción! Y seamos críticos con cada
anuncio, utilizando el sentido común.
Para lograr ese cambio de sistema y de paradigmas, recordemos que La libertad es el bien más preciado que tenemos. Nada es más importante y ella no se puede sacrificar por aparente bienestar.
Ojo: No es necesario perder los adelantos
tecnológicos ni el bienestar que, como Humanidad hemos alcanzado. Solamente
cambiar su utilización, para que realmente sea a favor de la gente y no para
alienarla.
Hay gente pensante aún. Hay sabios. Y hay mucha gente buena y bien intencionada, lista para apoyar a una Nueva Humanidad.
¡No nos rindamos!