El Efecto Mariposa

Dice Bill Harris en alguno de sus artículos, que 

Si comprendiéramos que estamos tan estrechamente conectados con el Todo, al movernos en algún sentido, sentiríamos que arrastramos el Universo tras nosotros. 

Y la misma idea a la inversa: 

Cuando el Universo se moviera, nosotros fluiríamos con él.

El llamado Efecto Mariposa ilustra este fenómeno de forma muy poética:

"El batir de las alas de una mariposa en Hong Kong puede desatar una tormenta en Nueva York", frase derivada de un antiguo proverbio chino que dice:

“El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo” o también,

“El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo”.

Los científicos seguidores de la Teoría del Caos han demostrado con sus ecuaciones que cualquier modificación en un sistema, por pequeña que sea, tiene esfectos en todo el conjunto. Esto se ha aplicado principalmente en la Meteorología (donde un súbito cambio pequeño puede arruinar todo un cuidadoso pronóstico del clima) y también en otras disciplinas como la Economía y la Sicología.

A nosotros, los buscadores de la Verdad, las implicaciones científicas y filosóficas de este enunciado nos llevan otra vez a la hipótesis de la Unidad:

El Universo está interconectado, no solamente en cuanto a la materia, sino también en  su contenido emocional, incluyendo las conciencias que se encuentran en él y que no "piensan" independientemente sino que son mutuamente influenciables en su vibración.

De esta forma, mirándolo a grosso modo, un cambio en la trayectoria de un meteorito podría afectar estrellas lejanísimas y cambiar el curso de la "Historia cósmica del Universo". Igualmente, una moda como la protección del ambiente, podría también hacer grandes milagros en nuestro entorno.

Por otra parte, de manera más refinada, nuestros pensamientos positivos y optimistas pueden afectar a otros, expresándose finalmente en un efecto fabuloso que ni hubiéramos pensado.

Este es el Efecto Mariposa. 

Ojo: algo semejante se da con los pensamientos de violencia, por lo que es asunto de seguridad personal el evitarlos.

Es así que vemos que la violencia es la tendencia, enviados a través de mensajes en los medios de comunicación y la política mundial.

Es cierto que pareciera que a alguien le interesa que estemos asustados y con miedo, además de favorecer la agresividad entre las nuevas generaciones mediante videojuegos y el cine violento.

Puede que sea así. Pero no vale la pena profundizar en los detalles conspirativos, ni quedarnos furiosos por ser manejados como ovejas hacia nuestra perdición. Más bien, debemos asumir nuestra vida concientemente y acercarnos a todo lo que signifique solidaridad, compasión, amistad y simpatía.

Con ello, y evitando exponernos a los mensajes oscuros con que nos bombardean los sentidos  permanentemente, constituir una nueva Humanidad despierta, que no sea manejada ya más por los intereses económicos y de poder que hasta el momento llevan ganada la partida.

¡Despertemos también en este sentido!

Música inspiradora: Wonderful Life

Para los que nos sentimos a veces un poco desorientados, o necesitando empezar de nuevo, va esta hermosa canción.

La vida es maravillosa, aunque estemos "solos", pues no hay mejor compañía que uno mismo. Nadie externo puede hacernos felices. La felicidad no está afuera... está en nosotros mismos.

Pero mientras nos volvemos a centrar, no hay que correr ni ocultarse... De todas maneras, nos rodea la magia, y la advertiremos si somos capaces de mirar bien.

¿El Propósito de la Vida?

Si el Todo se encuentra jugando a los personajes, en múltiples existencias simultáneas en miles de Universos,  me pongo a pensar que no es correcto que uno de esos personajes se empeñe en salir del sueño. ¡Iría contra los designios de la Divinidad!

Esto es claro para nosotros cuando analizamos situaciones extremas como la del suicida y la del drogadicto. Ambos han llegado a un punto en su existencia que les hace buscar una salida forzada para dejar de representar su papel. Los dos quieren escapar y ver algo diferente del escenario que les tocó vivir; pero a ambos los rechaza el sentido común, aunque particularmente podamos entender por qué llegó cada uno a esa situación.

Lo anterior nos hace replantearnos el Propósito de la Vida.

Porque mirando con cuidado, muchos de nosotros, los buscadores de la Verdad hemos estado dedicados a encontrar esa pequeña brecha que nos permitiera salir de este Sueño y saltar teóricamente a la Realidad.

Realidad donde nada falla, donde no hay inseguridad ni muerte. Pero entonces, continuando en esa dirección, resulta que seríamos uno más de esos personajes rebeldes que quieren escapar del Sueño.

Ahora:

No es tan malo quedarse aquí. 

El párrafo inicial de este post se confirma por muchos sabios que nos dicen que la Realidad y el Gozo no están en otra parte, sino aquí mismo y ahora... Nos explican que el problema que causa esta distorsión de guerras, odios, enfermedad y peligros, es nuestra errada percepción debida a la polaridad (bueno/malo, bonito/feo) y a nuestro Ego.

La misma sopa de vibraciones que interpretamos como el mundo, vista de otra forma sería la Realidad. Nuestro hogar. El sitio de donde vinimos y donde finalmente nos sentiremos bien.

Así que si el quid de la Salvación es Ver correctamente, el Propósito de nuestra vida no debe ya escabullirnos -como antes yo pensaba-, sino alcanzar la correcta Visión -que implica Despertar-.

Y viendo correctamente, podremos ver el Gozo, la Paz y el Amor que tanto añoramos. La verdadera Realidad estaría aquí y ahora...

¡De manera que la opción para nosotros es vivir! Ya no pienso que es un error estar aquí...

Sin embargo, seguiremos meditando, pero ahora entendiendo que con la meditación viene la Claridad, no la puerta para huir.

Así, el propósito de nuestra vida estaría claro y todas nuestras acciones y esfuerzos se encaminarían a él. Ya nuestra vida no sería hoja que arrastra el viento, no sería incierta ni estaría en manos del destino. Sabríamos hacia dónde vamos.

El objetivo, ciertamente sería la Unidad final;
pero mediante un propósito firme de lograr la visión necesaria para jugar el juego de Brahma de manera conciente, despiertos.
No como títeres a merced de las condiciones y de los demás.

La Duración del Sueño

En el contexto del sueño del Gran Durmiente (ya ahora comprendo que no soy yo el durmiente, aunque en sentido estricto sí lo soy, pues hago parte de Él), el hinduísmo divide la actividad del Ser en días y noches (periodos de actividad e inactividad, lo mismo que los demás seres). A cada periodo lo llama "kalpa".

Dos kalpas constituyen un día y una noche de Brahma o Dios. Al final de un kalpa, el mundo (sueño) desaparece.

En el hinduismo, un kalpa equivale a 4.320 millones de años; un único día de Brahma, o mil mahayugas, miden la duración del mundo.

Cada kalpa se divide en 14 manvantara (cada una de 306.720.000 años).  Un mes de Brahma contienen 30 de estos días incluyendo noches o 259.200 millones de años. De acuerdo al Mahábharata, 12 meses de Brahma constituyen uno de sus años. 

Se supone que han transcurrido ya 50 años de Brahmā y estamos ahora en el kalpa Shvetavaraha, que es el número 51. (Hoy en día, la ciencia estima la edad del universo en unos 13.800 millones de años).

El Buda ofreció varias analogías para calcular este tiempo:

Imagina un enorme cubo vacío en el inicio de un kalpa, con una longitud de arista de unos 25,6 kilómetros; una vez cada cien años, insertamos una pepita de mostaza en el cubo. Cuando el cubo se llene, el kalpa terminará.
Imagina una montaña de roca con unas medidas de 26 x 26 x 26 kilómetros (ancho, largo, alto). Tomamos un pequeño trozo de tela y la frotamos con él una vez cada 100 años. Cuando la montaña desaparezca desgastada, el kalpa terminará.

Gigantesco tiempo ¿No? Pero relativo a la percepción, No a la Realidad. Lo que me parece importante es más bien el hecho de que el Infinito tiene periodos regulares de vigilia y de sueño y en estos últimos surgen los personajes, que adquieren dos características:

• Ego y

• Libre albedrío

Solamente así el juego puede ser interesante y variado.

¿Te imaginas la capacidad infinita de la mente de Dios siendo conciente de las aventuras, dichas y pesares de cada ser humano dentro de un sueño complejo con exitos, guerras, conquistas?

Por suerte es solamente un sueño y los miles de años de un kalpa no tienen ningún significado real, aunque a nosotros, -mientras continuemos atados al tiempo-, nos parecerá una eternidad.

La Gran Obra de Teatro

Un símil para comprender un poco la vida que aparentamos tener es la de una gran obra de teatro. En ella Dios es el impecable actor y nosotros somos también Dios, el impecable público que quiere ser sorprendido y pasar un rato agradable (o divertido, o emotivo, o interesante, o de acción o de suspenso o de terror).

Tal como dicen las filosofías orientales, Dios no es un creador externo, ni un jefe imponente, sino que es la Creación misma... El Todo del cual se origina lo real y lo imaginario también.

En consecuencia, en esta obra de teatro, Él representa absolutamente todos los papeles. El santo y el malandro. La flor y la cascada. Él es el tornado y es la casa que se doblega ante él. También es el niño asombrado y el sabio inquisidor. La víctima y el victimario.

Así, según Bill Harris, el Infinito se divierte (por un "tiempo" definido) haciendo  ventanas de auto conciencia, que al sentirse "centro", le dan la necesaria impresión de separación e individualidad. 

Esas ventanas concientes somos nosotros, las personas, y tambien el árbol, la laguna y el caballo.
Están siempre allí donde aparece un "yo" y un "no yo", condición necesaria para iniciar cualquier juego. (Para poder jugar debe haber alguien más -diferente de mí- con quien jugar).

Al aparecer uno o más centros en el Todo, hace su aparición también el famoso proceso de la percepción, que es definitivamente ilusorio, pero que al Espectador le sirve como instrumento de actividad y distracción. 

El juego extremo aparece cuando se logra "desconocer" el resultado de la obra o del juego; porque saberlo todo no es muy emocionante.
Así, el truco es olvidar que se está en la obra de teatro, consiguiendo con esto "ser sorprendido", que es la gracia de la película. Porque si todo lo sé, se perdió la sorpresa para mí.
Esto pasa precisamente cuando en nuestra Humanidad, los personajes olvidan que ellos mismos crearon la obra y que son simples papeles los que están representando. 

Ahí aparece el desconfort y el dolor, y se inicia la lucha y la agresión mutua. De ahí es que debemos salir, para regresar al gozo permanente, o tal vez, a otra obra de teatro que Nos plazca hacer.

En este orden de ideas, es interesante ver al mundo: La variada gente de la calle, que vemos pasar, resulta ser Dios en diversos papeles. Uno es un mensajero, otro es un banquero. Y Él juega a interactuar consigo mismo, pues él es Todos.

Cambia radicalmente nuestra visión. Desaparece la necesidad de la caridad, la moral, la rectitud y todas las demás virtudes. Porque en esta hipótesis de las ventanas de auto conciencia, que surgen en todos los seres, incluso los inanimados, es posible regocijarse viendo a Dios.

A lo mejor, esto ya nos lo habían dicho algunas religiones, pero se entendía de otra manera. Esta forma de mirar las cosas se me hace de gran profundidad y fácil comprensión, orientándonos automáticamente hacia la comprensión y compasión por el prójimo. Nos causa una sonrisa el ver asomarse a la Gran Inteligencia en cada nube... en cada ave... en cada persona.

A mí me ha ayudado mucho en la vía de mi auto pacificación. No es posible despreciar a nadie ni enemistarse con nadie...

¿Cómo podríamos sentir animadversión por alguna manifestación de Dios?

¿Somos todos Esquizofrénicos?

La enfermedad mental llamada esquizofrenia podría tomarse como modelo de nuestra situación colectiva en el confuso mundo en que aparentemente vivimos.

El esquizofrénico es una persona a quien aquejan visiones -muchas veces aterradoras-, en la que oye a personas inexistentes que le inducen a actuar de forma inconveniente, hasta dominarlo,  lo que afecta una normal vida en comunidad.

Se mueve en la sociedad sin distinguir claramente entre los seres reales y los imaginarios, hasta el punto en que los últimos prevalecen, hacen presencia permanente en su vida y dictan arbitrariamente órdenes que llevan a la persona a actuar locamente, destruyendo su entorno y a sí mismo.

Pero ¿Qué tan lejor estamos los "normales" del esquizofrénico? En nuestra cabeza bullen sin descanso pensamientos incontrolados diariamente, fluyendo ahora hacia acá y luego hacia allá, casi sin lógica. Nos desdoblan en seres que no somos... Sospechamos ataque y peligros que nos impulsan equivocadamente a actuar contra el prójimo, creyéndolo nuestro enemigo.

Estamos en un caleidoscopio que al reflejarnos en sus diminutos espejos, nos deforma y aqueja con bestias y fantasmas de los cuales es casi imposible escapar.

¿Quién es real y quién el espejismo? Los monstruos parecen permanentes. Parecen reales y nos llevan a tener vidas frenéticas, impulsadas por sus voces dentro de nuestra cabeza, gobernada por el miedo.

Miedo a la pérdida,
miedo a la muerte,
a la vejez, a la pobreza,
y a la soledad.

Todas, imaginarias situaciones que se multiplican con los pensamientos negativos, aparentemente confirmados por los pasquines.

Entonces, no estamos tan lejos del esquizofrénico.

Y como en la película de Una Mente Brillante, debemos intentar ignorar esas sombras en nuestra cabeza que nos manejan a su antojo.