domingo, 14 de junio de 2015

¿Somos todos Esquizofrénicos?

La enfermedad mental llamada esquizofrenia podría tomarse como modelo de nuestra situación colectiva en el confuso mundo en que aparentemente vivimos.

El esquizofrénico es una persona a quien aquejan visiones -muchas veces aterradoras-, en la que oye a personas inexistentes que le inducen a actuar de forma inconveniente, hasta dominarlo,  lo que afecta una normal vida en comunidad.

Se mueve en la sociedad sin distinguir claramente entre los seres reales y los imaginarios, hasta el punto en que los últimos prevalecen, hacen presencia permanente en su vida y dictan arbitrariamente órdenes que llevan a la persona a actuar locamente, destruyendo su entorno y a sí mismo.

Pero ¿Qué tan lejor estamos los "normales" del esquizofrénico? En nuestra cabeza bullen sin descanso pensamientos incontrolados diariamente, fluyendo ahora hacia acá y luego hacia allá, casi sin lógica. Nos desdoblan en seres que no somos... Sospechamos ataque y peligros que nos impulsan equivocadamente a actuar contra el prójimo, creyéndolo nuestro enemigo.

Estamos en un caleidoscopio que al reflejarnos en sus diminutos espejos, nos deforma y aqueja con bestias y fantasmas de los cuales es casi imposible escapar.


¿Quién es real y quién el espejismo? Los monstruos parecen permanentes. Parecen reales y nos llevan a tener vidas frenéticas, impulsadas por sus voces dentro de nuestra cabeza, gobernada por el miedo.

Miedo a la pérdida,
miedo a la muerte,
a la vejez, a la pobreza,
y a la soledad.

Todas, imaginarias situaciones que se multiplican con los pensamientos negativos, aparentemente confirmados por los pasquines.

Entonces, no estamos tan lejos del esquizofrénico.

Y como en la película de Una Mente Brillante, debemos intentar ignorar esas sombras en nuestra cabeza que nos manejan a su antojo.