Esto es una Perspectiva Complementaria a nuestra progresiva comprensión del Por-qué-estamos-Aquí, en un escrito de comienzo del siglo XX, por un místico y astrólogo danes, Max Heindel, fundador de una línea Rosacruz (diferente de AMORC).
Según el "Concepto Rosacruz del Cosmos", la metodología de aprendizaje usada por el Ser es su expansión, mediante la aparente subdivisión en una miríada de Espíritus Virginales.
Este método para la auto-conciencia total consiste en una profunda inmersión en la materia durante 7 grandes ciclos, logrando la mayor densidad en el Cuarto, para luego comenzar el ascenso, ya cada vez más conscientes, terminando en el Séptimo al nivel de conciencia y vibración máxima bajo el Mundo de Dios.
Recién emanados del Dios creador, los billones de espíritus se encuentran en un estado de inconsciencia total. Pero poco a poco, van construyendo vehículos que les permiten interactuar en la dimensión escogida por un "regente" o delegado de Dios, encargado de cada grupo.
Y se van haciendo más y más conscientes. Primero de su entorno, luego de si mismos y después de la realidad espiritual.
Dentro de cada ciclo hay también 7 sub-ciclos de encarnación que actúan igualmente en una espiral que primero desciende y luego se eleva dentro de ese sub-ciclo, como se observa en la figura siguiente.
La "oleada de vida" ingresa por lo más alto vibracionalmente hablando, y se va sumergiendo en miles de encarnaciones mas densas, hasta que vuelve a ascender con la experiencia total de ese ciclo. - Y solamente entonces pasa al siguiente-.
Nosotros nos encontramos ahora en la parte más baja -más material- del Cuarto Ciclo, que es el más complejo de todo el proceso, porque es fácil perderse en él, debido a la tremenda densidad de la materia y las consecuencias de ello sobre la auto imagen que se forjan los individuos.
La buena noticia es que se avecinan tiempos mejores (coincidiendo con las actuales teorías de la ascensión): Si terminamos bien la tarea terrestre abandonaremos el Ciclo de la Tierra e iniciaremos la experiencia en la parte más sutil del llamado Ciclo de Júpiter, más elevado y liviano y por lo tanto, menos duro que el presente.
Sin embargo, por ahora, solamente estamos a punto de salir del Ciclo más bajo de la Tierra (D) hacia el siguiente (E), también terrestre, más elevado y un poco más desapegado de la materia:
¡Abandonaremos la que llama Región Química, para funcionar la Region Etérica!
Max Heindel, el autor, o compilador, insiste en que los nombres de los ciclos coinciden con los de los planetas del sistema solar, pero no necesariamente se refieren a un sitio geográfico. (Habría que analizarlo ahora a la luz de las civilizaciones planetarias).
Ingresar a un ciclo más sutil nos permitirá ser más conscientes de nuestros cuerpos más elevados y por consiguiente, abrirnos a experiencias, no solamente materiales, como nos pasa ahora.
Esta teoría me gustó, primero porque coincide con gran parte de lo que hemos armado del rompecabezas de la existencia en este blog durante años. Y luego, porque da explicación coherente de componentes de los que nunca se habla en las distintas filosofías: los animales, las plantas y los minerales. Ver figura siguiente:
Los animales, por ejemplo, serian adelantados de una nueva ola de vida, que están ejercitándose en un Ciclo previo al nuestro: el llamado Ciclo Solar.
Los árboles y demás plantas serían rezagados de ese mismo ciclo, mientras que la flores son precursores, o individuos más adelantados de un nuevo Ciclo Lunar, que es el inmediatamente posterior al nuestro (terrestre). Por supuesto, coloca a los simios y antropoides como rezagados; no de nuestro grupo, sino de una oleada mucho más antigua que llama el Periodo de Saturno (el primero de todos).
Con esta asombrosa hipótesis podríamos inferir que hay otros grupos que nos han precedido y ya se encuentran experimentando planos o mundos más sutiles y elevados. Seguidamente también habrá allí una enorme diversidad de niveles en los que se acomodarán ángeles, arcángeles y querubines... dependiendo de su avance en este gigantesco plan evolutivo.