¿Qué es lo que impide que sigamos las milenarias enseñanzas de Jesús?
¡Ama a tu prójimo como a ti mismo!
¡Por supuesto! ¿Cómo más podría tratarme a mí mismo, sino con infinito amor?¿No es eso lo que tanto he buscado a lo largo de las encarnaciones? ¡Amor!
... Y era tan obvio que solamente dando indiscriminadamente amor, encontraría yo el amor.
... Y solamente perdonando a los demás, ¡Obtendría yo la dicha de mi propia inocencia!
Oigamos esto explicado en el siguiente video con la simplicidad de David Hoffmeister: ¡No es necesario buscar el alma gemela! Pues solamente hay un alma. ¡Ya estamos unidos!