Creíamos ser los protagonistas... La Humanidad... Nosotros...Tanto del avance tecnológico, como del inicio de guerras y problemas... ¡Tan ilusos!
Otra revelación espectacular de toda esta farsa que está apareciendo, es que efectivamente no somos los protagonistas de "nuestra" historia:
Muy ilusos y soberbios, hasta cargábamos con culpas que para nada nos concernían.
Era muy común oir decir a algún amigo que "Nuestro país se merece a sus gobernantes"... por ejemplo. Esto es, que si elegíamos a corruptos era porque en el fondo amábamos la corrupción.
O también, los ambientalistas dicendo: "El ser humano es la única especie que destruye su habitat. Nosotros mismos estamos acabando con el planeta"... Y nos sentíamos culpables, porque imaginábamos que las grandes mineras, petroleras o industrias contaminantes pertenecían a uno de nosotros... Tal vez algún vecino de nuestros padres fundó una industria y fue creciendo... creciendo... y ahora contamina y acaba con el planeta.
¡NOOOO! ¡No!
¡No es así! ¡No es verdad!!!!
¡No es la gente común la que hace lo malo!
Tristemente, tampoco es la gente común la que hace algo bueno...
¡No somos nosotros!
Nosotros nunca hemos podido hacer nada.
Todo lo hace alguien anónimo. Alguien oculto con casi todos los recursos del planeta planea nuestras desgracias y nuestras angustias.
Nosotros no contaminamos. Contaminan las grandes corporaciones que siguen las instrucciones de un voraz millonario. Y en esta ciega labor, lo apoyan todos sus ingenuos empleados, quienes creen haber tocado el cielo por haber podido obtener un empleo en tan importante empresa.
¡Nosotros no contaminamos! Si usamos los plásticos es porque prácticamente nos los imponen desde todos los ángulos de la vida cotidiana. No es mi culpa cuando compro la cebolla, que me la den en un plástico reluciente... Esto sucede porque quien controla nuestro mundo, así lo quiere y no dejará que se utilice algo que yendo en dirección de lo ecológico, contradiga sus objetivos.
Y ¡No somos nosotros quienes elegimos a los corruptos! Los corruptos son preseleccionados -precisamente por su tendencia oscura- por alguien a quien le conviene el caos y la frustración ciudadana, y son impuestos a nuestros paises en una farsa permanente de campañas electorales amañadas y teatrales.
Nosotros no iniciamos ninguna guerra de esas que parece que fue una consecuencia del actuar de los pueblos. ¡NO!
Un grupo... el mismo grupo de siempre, planeó todo cada vez y guió la historia hacia donde quería... ¡Vendió las armas a los dos bandos y luego ganó dinero reconstruyendo los arrasado!
¡Qué chasco! ¡Ni siquiera somos malos: somos solamente unos borregos!