Cuando asumimos que evidentemente estamos en una Matrix simulada, de la misma manera que los mejores juegos actuales, que cada día se parecen más a la realidad... no podemos menos que sentirnos burlados.
¡Es la broma más pesada que nos pudo "alguien" jugar!
o ¿El juego más intenso y cruel que se nos pudo ocurrir?
¡Lo que sea! Ahora, el punto es cómo vamos a reaccionar. -Nosotros, gente conciente que además ama la Libertad ante todo y ya está cansada de esto-.
Puesto que no somos derrotistas ni depresivos ni perezosos, para nuestro nivel hay dos caminos para reaccionar al ser notificados de la verdad; y la buena noticia es que ambos son buenísimos. Son:
- Intentar escapar
- Quedarnos concientemente y manejarla a nuestro antojo, muertos de la risa.
Y lo curioso, es que toda nuestra vida hemos estado analizando, si no practicando los métodos que conducen a la libertad, aunque ignorantemente y con mediana convicción, no más.
El segundo camino, Quedarnos concientemente en la simulación y manejarla a nuestro antojo, muertos de la risa, lo hemos estudiado hasta la saciedad con muchos maestros clásicos y modernos, aunque no lo hemos aplicado con juicio, tal vez por inseguridad:
Es crear nuestra propia realidad.
Modificar el juego a nuestro favor, gracias al poder de nuestra mente que es el observador que colapsa la posibilidad que se materializa en el holograma... en el juego. Ya lo sabemos. Sin demasiada convicción, pero tenemos las instrucciones para lograrlo y divertirnos otro rato más.
En este analisis, sin embargo, nos vamos a concentrar en el primer camino, que puede no ser tan claro por ahora:
1. Intentar escapar.
Primero que todo, analicemos qué debería hacer un personaje de un juego electrónico que depronto abre los ojos y dice: ¡No quiero participar más en este juego!
Ya sea que otro lo haya creado o que él mismo haya elegido jugar, por el momento no tiene información de ninguna SALIDA a su alcance.
Lo vemos tan pequeño, tan débil, tan desgaciado... Pero ¡no! No podemos olvidar que está conectado con todos los demás jugadores. Son una misma esencia, la misma energía... Son el mismo programa.
En verdad tienen todo el poder aunque no lo sepan. ¡Ellos son el juego! ¡Sin ellos no hay juego!
Resulta que entonces, con que uno de los personajes se libere, los demás automáticamente sabrán hacerlo también porque son una gran Conciencia, aunque les enseñaron que están separados e indefensos. (Te suena familiar esta afirmación?)
Bien. El resultado ni siquiera sería una "salida"... un "escape individual" de la simulación.
Sería más bien, que el juego se detendría.
Prácticamente se apagaría y los verdaderos jugadores, sonriendo, se desperezarían en sus sillones en su Mundo Real, y saldrían a hacer deporte o a comerse un mango! Empoderados en su propio albedrío. ¡Manejando su total libertad!
Detener el juego en grupo sería nuestro escape y nos lo han dicho los místicos de todos los tiempos.
Bien. Ahora, lo complicado es el CÓMO detener el juego.
Oyeeee... pero si ¡Ya lo sabíamos! Y a lo mejor lo practicábamos mediocremente, sin saber para qué servía.
Lo dijimos más arriba..
OJO: Si depronto un jugador se queda quieto, deja de reaccionar a los ataques como está programado, e ignora voluntariamente el papel que se asignó a su personaje... ¿Qué pasaría?
Pues al menos, el programa empezaría a fallar.
Y si algunos pocos más se le unen, ¡Colapso total!
¡Apagón!
Ni siquiera se mantendría el puntaje de los que siempre, tramposamente ganaban y maltrataban al resto.
Bueno. Ya tenemos la solución... la conocíamos desde hace un tiempo:
a. "Dejar de reaccionar a los ataques como está programado", ¿cómo se hace?
Esto es: PERDONANDO TODO SISTEMÁTICAMENTE Y DEJANDO A LA VEZ DE ATACAR.
Así funciona el tan pregonado "perdón" en la simulación. (Todo nos resbalará sin afectarnos y dejaremos de aceptar al juego como realidad).
¿Qué me importa si me dices "idiota", o "ignorante", si sé que esto es una simulación, no la realidad?
¿Qué me importa si me robas mis derechos, mi voz... cualquier cosa? ¡Yo sé quién soy! Nadie me puede despojar de mi poder real.
b. "Ignorar voluntariamente el papel que se asignó a su personaje".
Esto es nada más que ABANDONAR EL EGO.
...Ya no soy el señor importante que se enoja si no lo reconocen o si no lo respetan. ¡Ya no sigo el libreto!
Puedo ser un guerrero que ahora actúa más como un soñador o como un sanador... o como cualquier cosa que le guste, menos el papel de soldado ciego que la simulación le había asignado.
¡Qué risa! Se volvió un gatico tierno. ¡Se dañó este juego!
Este objetivo también nos lo había enseñado la Meditación Sin Objeto. Cuando nos plantamos en el Ahora y detenemos la mente de ataque y miedo. ¡Guauuu! ¡Eso era!
¡Esto es otro despertar! Vamos de despertar en despertar.
¡Así de simplemente podemos escapar!
Y reitero: ¡Ya nos lo habían enseñado, pero no sabíamos para qué servía!