Para descansar un poco de este mundo tan agitado, relajar la mente de manera cuasi hipnótica y olvidar los conflictos de todo tipo que agitan a nuestro lindo planeta, coloco aquí un video maravilloso, de larga duración (si nos lo vemos todo, realmente será como un viaje de ayahuasca, lo cual no recomiendo).
Lo más interesante, es que es el aspecto resultante de una fórmula matemática que se repite infinitamente mediante una operación llamada un algoritmo recursivo. De manera que es posible entrar visualmente en la geometría con profundidad infinita, pues la figura siempre se replicará a sí misma con la misma resolución y perfección.
La sensación es la de caer en un agujero infinito. Porque efectivamente, es infinito.
Hay muchos fractales, unos son lineales y otros no lineales; pero este es uno de los más famosos, desarrollado por el matemático Menoit Mandelbrot en 1975.
Otros son: el Atractor de Lorenz, el fractal de Difusión, el Celular, el Triángulo de Sierpinski y el Helecho de Barnsley.
Lo fascinante es que en la Naturaleza todo está creado mediante la plantilla de los fractales, usando la Proporción Áurea o Divina Proporción. Por eso, las plantas y las conchas de los moluscos crecen mediante espirales en desarrollo fractal. No lo hacen mediante líneas rectas ni círculos perfectos.
Probablemente ese sea el modelo usado por los organismos para replicar sus células. Los vemos en las suturas del cráneo... en la sinuosidad de los ríos y las costas; en los caracoles, en el crecimiento de ramas y hojas; en flores y tejidos orgánicos.
Los vemos en las hermosas amonitas fósiles y también, en las celdas interiores de los Nautilus vivientes:
