"El mayor logro de la Humanidad
no son sus obras de arte, ciencia ni tecnología,
sino el reconocimiento de su propia disfunción"
Todos coincidiremos en la observación de que el "mundo está loco".
No solamente loco: ¡Está al revés!
Los valores están invertidos, de manera que la juventud se levanta entre aplausos al más astuto y al que toma mayor ventaja sobre las minorías y los débiles.
Predominan los comportamientos violentos a escala mundial, así como personal.
La familia es incoherente, conflictiva y un nido de ataque interno y hacia el exterior.
Ante esto, ¡No vale hacernos las víctimas ni los santos!
Reconozcamos que somos parte del problema...
¡Parte de la causa!
-Por supuesto que la causa de fondo
es que cada quien alimenta y protege a su ego, alimentando el caos con sus propios pensamientos-
Pero dejando la causa a un lado, sin profundizar mucho... Aceptemos que estamos actuando de manera absurda. Que así no es como debe ser.
No era así como pensábamos cuando niños... Cuando soñábamos con aventuras lindas, no con persecuciones a narcotraficantes.
No es eso lo que tenemos dentro en realidad.
Recordemos: ¡Somos Amor!
Pero por ahora, la evidencia es que:
- La sociedad es disfuncional.
- La familia es disfuncional y
- Nosotros nos portamos como disfuncionales.
¡Para corregir nuestra situación incómoda,
éste reconocimiento
es un muy buen punto de partida!
-Estamos funcionando en un patrón mental equivocado-
¡Todos!
El ego nos ha llevado al apego a las cosas, que causa la competencia con nuestros hermanos, sin ningún resultado positivo.
Entonces, lo más importante para comenzar es:
¡Aceptarlo!