Ése que mantenemos en nuestros recuerdos ancestrales... Aquel que de adultos rechazamos por imposible.
Sería simplemente uno en que fuéramos concientes de la Unidad entre nosotros y con el planeta. ¡Punto!
No se necesita más.
Viviríamos con la conciencia en contacto con los demás. Casi en función de los demás, porque si somos Uno, "el mejor negocio" es dar a otro, con lo que automáticamente recibimos. -Por definición-
Y al hacerlo en el corazón "personal", se extendería a todos los demás corazones y por ende a nuestra linda Gaia.
Y ¿a qué nos dedicaríamos? Ya sin avaricia, sin competencia, sin rivalidades...
¿Sería aburrido ese mundo perfecto?
¡Por supuesto que no! Sería un gozo permanente estar allí.
¿Qué es lo que nos gusta por naturaleza? ¡La Belleza!
Nos dedicaríamos a enseñarnos mutuamente la forma de crear belleza. En la pintura, la literatura, la poesía,la arquitectura, la ingeniería, la música, la tecnología, las comunicaciones.¡Uupps! Más o menos lo que ya hacemos ahora... Pero compartiendo, apoyando, disfrutando más concientemente y sin el peso de la individualidad y la separación.
Otras personas estarían investigando cómo hacer la vida de todos más cómoda...
Y otros más, averiguando y aplicando cómo lograr lo anterior, sin afectar la integridad de la Naturaleza.
(Ya sé que estamos meneando la cabeza y diciendo: ¡Eso es imposible!)
Pero ¡No!
Para lograr ese mundo ideal solamente tendríamos que sortear nuestros dos enormes obstáculos:
- El ego, que nos separa, y
- La sensación de escasez.
Afortunadamente para ello hay soluciones:
- El ego se sortea asumiendo de corazón la UNIDAD y ejercitándose en el Perdón (no tomarse las cosas personalmente y ser más tolerantes).
- La escasez desaparecerá al confiar en la Humanidad y dejarse fluir en una Cooperación Mutua Generalizada.
¿Se podrá?
Por ahora, lo único que podemos hacer es ensayar en nosotros mismos.
Cualquier sorpresa posterior,
¡Ya será ganancia!/