viernes, 12 de junio de 2020

¡Fuimos secuestrados por siglos!

El humano terrícola,
como todos los humanos galácticos y extragalácticos
fue creado por el Todo  a su imagen y semejanza enviado a la experiencia equipado también con la capacidad de crear.

La mente poderosa del humano podría imaginar lo que quisiera y ¡crearlo también!
Lo que quisiera: lo bueno y lo malo, para que por todos los caminos aprendiera a ser más consciente cada vez. (El propósito de la Creación).

S.O.S: Necesitamos una nueva realidad humana - Ignacio IsusiClaro que al crear algo violento o dañino, tendría que vérselas luego con la ley de Acción y Reacción. ¡En esta ruta aprendería a golpes! Pero también aprendería.

Las infinitas posibilidades que albergaban las muchísimas clases de vibración y densidad del holograma se activarían con la mente de cualquier humano, mediante su imaginación.

(Su imaginación no tendría límites, como tampoco los espléndidos resultados que podría imprimir en la "materia").

Pero con los humanos terrícolas hubo una terrible situación limitante, definida por David Ike como:

¡La Imaginación Humana en la Tierra 3-D fue secuestrada
tanto a nivel colectivo como individual!

¡Ese fue el desastre que nos demoró tanto en comparación con otros grupos humanos que se desarrollaron libremente en otros sitios!

Y ¿En qué consiste este secuestro?
Se nos orientó sutil pero constantemente a mantenernos vibrando en una banda de frecuencia muy angosta, evitando que accediéramos a las frecuencias más altas.

Desorientación espaciotemporal: consecuencias del confinamiento

Manipularon el sistema educativo y fabricaron el concepto del dinero y la necesidad de trabajar de sol a sol.

Desde que nacimos nos eliminaron cualquier sueño. Nos dijeron que no existe sino la materia. Que estamos solos en el Universo. Que Dios es un ser exigente y castigador. Que nuestro destino es la muerte, la vejez y la enfermedad. Lo enseñaron en todas las formas y lo reforzaron a diario mediante la publicidad.

Y lo peor, nos pusieron a competir entre nosotros.

Ridiculizaron -y eliminaron muchas veces- a quien osara hablar de algo más allá y así, nos ataron como a un globo al suelo.

¡Terrible! ¡Lo peor que nos pudo pasar como grupo!
¡Eramos un microorganismo bidimensional encerrado por una línea!

El tremendo secuestro de la imaginación nos impedía ver las maravillas y milagros del Universo, limitando nuestras aspiraciones, creaciones y alcances evolutivos.

Estábamos engañados. ¡con los ojos vendados! Ahora en esta nueva perspectiva, resulta que todo lo que nos rotulaban como "imposible" era lo Real: Telepatía, milagros, vida en otros planetas, ángeles, sanación instantánea, inmortalidad. ¡Libertad!

Entonces, ya sabemos lo que pasó y podemos corregirlo.

Cuando reconocemos nuestro origen divino y permitimos que la consciencia se expanda -se libere de sus límites de frecuencia-, aparecerá todo el Mar Infinito de Posibilidades que nos permitirá estructurar una Nueva Realidad Creativa y Humana.

El Gran Trabajo que resta es la apertura de nuestra percepción más allá de la angosta banda de la materialidad, para poder operar y ser concientes en las vibraciones más sutiles y disfrutar de las posibilidades que merecemos.

¿Cómo lo hacemos? ¡Vibrando alto y repitiendo con frecuencia durante el día, hasta interiorizarlo y creerlo:

"Soy un ser infinito y eterno. Soy una chispa de la Divinidad"