Una Humanidad bloqueada por el miedo, la información falsa y la manipulación desde una fuente clarísima, a la que ella misma, en masa, atribuye cualidades de salvador, en lugar de abrir los ojos y notar que es su peor verdugo. ¿Será éste un Síndrome de Estocolmo masivo?
¿Nos recuerdan algo estas imágenes de africanos capturados en su tierra y traídos a America para los trabajos más inhumanos y el peor maltrato?
Las máscaras o bozales de diversos materiales, incluso de metal, como se ve en la foto de la derecha, se usaron con los esclavos negros rebeldes en la época de la colonia suramericana.
Y en otras latitudes, más atrás, aunque no muy lejos en la historia, también se sabía qué degradante y efectivo podía ser cubrir el rostro de alguien a quien se quería doblegar, impidiéndole la alimentación, tomar agua y robándole su identidad, la capacidad de expresión de sus sentimientos (sonrisa o furia) y el poder de comunicarse con sus semejantes.
La sola idea de esclavitud es espantosa. Pero...
¿Habrá algo peor que un esclavo que ignora que lo es
y defiende a sus verdugos siguiendo sus órdenes,
por la pereza de pensar con sentido común?
Eso, lo que indicaría, es que ya ha habido un trabajo previo
para calmar los impulsos humanos más elementales...
La necesidad de libertad, en condiciones normales
ocupa el primer lugar en la escala de valores.
¡Está antes de comer!
¡Está por encima de la vida!
¿Será este adormecimiento general un efecto de inyecciones aplicadas previamente? En este momento, todo es pensable.
