Mucho hemos hablado de que somos creadores de realidad, y de que el mundo en el que interactuamos es una creación colectiva, a la que cada cual aporta su granito de arena.
Bien. pero es hora de entender mejor cómo es ese proceso, porque lo hacemos casi inconscientemente.
Esta es la forma de hacer un mundo:
LA MENTE CREA A PARTIR DE LA PERCEPCIÓN
Muchas de las características del mundo que vemos, se las aportamos al convertir nuestras Percepciones en Creencias. Y ya sabemos que las creencias son las que modelan el mundo físico.Por lo anterior, es de vital importancia cuidar nuestras percepciones, tanto como cuidamos nuestros pensamientos.
Y ¿Cuáles son las Percepciones?
- Las percepciones son ¡Aquello a lo que dedicamos atención!
- Aquello a lo que dedicamos tiempo.
- Por ejemplo: Eso que nos causa interés al navegar por internet y nos hace detenernos, interesarnos y profundizar en el tema.
- Esa noticia que buscamos ampliar y de la que buscamos una fotografía para enteder mejor...
¡Ojo! ¡La manipulación de la que somos objeto se basa en un profundo conocimiento de esta característica humana!
No proveen en los noticieros, en los anuncios, en las modas,, en la música moderna, en Netflix, todo lo que necesitamos para crear una realidad de baja vibración
¡Aunque seamos seres con libre albedrío!
Teóricamente tenemos libertad para escoger nuestras percepciones, a menos que por descuido, dejemos que esa escogencia la haga otro.
Es como al sintonizar un canal en la radio o en la TV: Puedo escoger un programa que me anime, con lindos paisajes y edificantes finales, -como las películas navideñas-, o, también, puedo escoger una historia de terror, asesinatos en serie, o una "inocente" serie policíaca que me ilustrará hasta qué profundidades puede llegar la crueldad humana, a la vuelta de la esquina... en un barrio parecido al mío.
Estas visiones afectarán aunque no querramos creerlo nuestro interior.
Ingresarán y permanecerán en nuestra mente inconsciente, influyendo lo que pensamos sobre el mundo.
De forma primitiva, yo sentía este efecto cuando estaba chica, y me negaba a ver ninguna escena "fea" de las películas infantiles. ¡Cerraba los ojos! Esta costumbre continuó al crecer, de manera que a veces alguien me invitaba a cine, sin consultarme el tema y, ¡yo pasaba gran parte de la película con los ojos cerrados! Esto lo hacía por instinto y lo agradezco. Muchos también lo harán, creo.
Nos indujeron a adoptar la creencia de que al volvernos adultos, ganábamos el "privilegio" de ver "escenas más fuertes" y descarnadas. Además de escenas inmorales, lascivas, llenas de engaño, mentiras, abandono y mucha sangre tomada en close up.
Suponíamos que el adulto ya estaba formado y maduro, por lo que sabría interpretar la película adecuadamente.¡Pero no! Nuestra mente subconciente, la creadora, actúa de manera neutral con cualquier percepción que recibe. ¡Ella no juzga si lo que recibe es bueno o malo! Ella no elimina lo inconveniente, como tal vez haría la mente conciente.
Entonces, ¿Qué tenemos como materia prima de nuestra visión de mundo? ¿Qué tienen especialmente los jóvenes, que no han tenido acceso a nada más?
¡Toda la basura de vibración baja que nos quisieron intencionalmente mandar!
Así que este proceso creativo de nuestro mundo personal, -que luego se fusiona con el de los demás- ¡es increíblemente simple!
- Como cuando en un día negro, tararear una canción positiva que nos encantaba en la juventud, nos cambia el ánimo instantáneamente.
- Como cuando nuestra vida parece sin sentido y recibimos la visita inesperada de alguien a quien apreciamos mucho: ¡El día se ilumina! ¡Nuestro mundo se ilumina!
¡Todo esto es PERCEPCIÓN!
En una tarde de ocio (tal vez, porque no aparece trabajo), puedo elegir recordar mis equivocaciones laborales del pasado, lo que me impedirá ver otras posibilidades y transformará, literalmente mi vida, en una vida de desempleado sin remedio. Y entre más intente conseguir trabajo, más me convenceré que no lo hallaré.
¡Pobre juventud! Su "Lego" se está construyendo sobre bloques de palabrotas, miedo, desilusiones, desencantos, fealdad, destrucción y peligros que acechan por todas partes - por culpa de sus mayores, a los que detestan-.
Ellos no vieron el mundo simple, el mundo campesino, el mundo de confianza natural en el ser humano. Porque los está alimentando un sistema perverso.¿El resultado? Un caos que es necesario esfumar, mediante constantes vibraciones de luz, música bella y sonrisas sin motivo -incialmente-. Un mundo filtrado a partir de imagenes estéticas suministradas a nuestro subconciente. para que nos muestre el Mundo Feliz, seguro, sencillo, limpio, fraterno, con el que soñamos.