He visto en la última década, -inicialmente con mucho escepticismo-, varias entrevistas a los llamados soplones o whistleblowers que, me han dejado pensando en si las grandes potencias tienen un control casi total sobre nosotros y a la vez, una activa vida exopolítica de la que ni sospechamos los del rebaño.
Encabezan la lista los perseguidos con saña Edward Snowden y Julian Assange. La gente común repite lo que dicen las noticias: que ellos son personajes despreciables que, metiendo la nariz donde nadie los llamaba, se atrevieron a poner en peligro la seguridad de las grandes naciones.
Sin embargo, para mí son verdaderos héroes que, nos dieron la primera alerta sobre el doble discurso de los altos políticos, sus alianzas por debajo de la mesa y los proyectos llamados clasificados o prohibidos para el público.
Snowden en su libro Vigilancia Permanente tuvo el valor de contarnos con el mayor detalle, cómo sucedía el espionaje y la recolección de nuestros datos; la vigilancia masiva que invadía no solamente la privacidad de personajes y naciones, sino nuestros propios hogares.
Dice, aunque casi todos lo sabemos: "En cualquier caso, aunque no hubieses buscado nada en internet, un gobierno interesado no tardaría mucho en descubrir que has estado leyendo este libro. Como mínimo, no tardaría mucho en descubrir que lo tienes, no importa que lo hayas descargado de manera ilegal, hayas comprado una copia en papel por internet o lo hayas adquirido en una tienda física con una tarjeta de crédito."
"Son capaces de tener un control absoluto sobre nuestro dispositivo entero, incluidos la cámara y el micrófono. Eso significa que si estás leyendo esto ahora mismo en un smartphone o una tableta, pueden estar haciéndote seguimiento y estar leyéndote ellos a ti. ¡Sí! Podrán saber lo rápido o lo lento que pasas las páginas y si lees los capítulos de manera consecutiva o vas saltando. Y soportarán muy a gusto tener que verte las fosas nasales y cómo mueves los labios mientras lees, si eso les aporta los datos que buscan y les permite identificarte con total certeza."
Otro tanto tuvo el valor de filtrar en Wikileaks el maltratado Assange, quien nos hizo el favor de sacudirnos en nuestro sopor, contarnos las verdades sobre las guerras de Afganistán e Irak y luego, se quedó solo y aislado.
Pero lo más importasnte ahora, es que quiero mencionarles un nuevo grupo de filtradores de información que no aparece sino de cuando en cuando. Son generalmente ex militares norteamericanos que participaron en proyectos secretos y ahora conceden alguna entrevista, casi privada soltando alguna perla. Muchas se encuentran en el sitio de series Gaia, especialmente en las entrevistas hechas por David Wilcock al "insider" Emery Smith en su serie Cosmic Disclosure y otros como Corey Goode quien estuvo 20 años en un programa espacial secreto y 6 años, según él, en una nave espacial.
Hablan algunos de cosas imposibles para nuestra cabeza:
- Un Corporativo Interplanetario
- Bases humanas en la cara oculta de la Luna, por ejemplo, (nos contentaron con un video falso en1989!)
- Contingentes militares "nuestros" en Marte... (a nosotros nos tiraron un huesito para roer eternamente, sobre si tal vez, hubo o no hubo agua en Marte. Ja! ja!
- Minería en el Cinturón de Asteroides mediante robots
- Instalaciones y refugios subterráneos
- Clonación en naves en órbita
Es por ese avance tecnológico, ni imaginado por nosotros, que proliferan los objetos voladores no identificados, pues muchos pertenecen a nuestros propios gobiernos y otros pocos, a sus aliados del espacio.
He visto entrevistas, en las que exmilitares hablan sobre cómo iniciaron su entrenamiento físico y mental desde sus primeros años; lamentan no haber tenido ni familia ni infancia, ni vida propia. Cuentan cómo existen sistemas para borrar pedazos de información de la memoria de estos militares de élite, cuando es conveniente que así sea; y que muchos trabajan en esos otros astros y ni conocen La Tierra.
Otros, tienen muchísima información sobre varias razas con las que han tenido que aprender a comunicarse en "reuniones", como en cualquier oficina relacionada con extranjeros. ¡Ja! ¡Ja!
El número de historias de este tipo crecen todos los días pero, naturalmente, no aparecen en la prensa oficial.
¿Será que los terrícolas de a pie somos los tontos del Sistema Solar???
