o auto-conciencia de vibración extrema,
de la que todo se crea, cuando por su propio gozo,
se enmascara en los infinitos niveles de densidad
De este dinámico engranaje o Plan Divino surgen los Mundos y los Pueblos, con su infinita variedad de colores y su diversión virtual, desprovista de riesgos reales para los participantes.
de la que todo se crea, cuando por su propio gozo,
se enmascara en los infinitos niveles de densidad
que ha imaginado.
Echa a andar el Divino Juego, dando individualidad a criaturas diversas, a quienes insufla vida. Inicialmente, las enseña a operar en la densidad escogida mediante el instinto; pero cuando evolucionan, les da libre albedrío y les regala el mismo poder creativo que Él posee.
De este dinámico engranaje o Plan Divino surgen los Mundos y los Pueblos, con su infinita variedad de colores y su diversión virtual, desprovista de riesgos reales para los participantes.
Estos mundos, de variadas densidades e ingeniosos retos, se construyen en detalle, mediante la voluntad colectiva de sus criaturas, resultando a veces paraísos de inimaginable belleza y bienestar, o a veces, caóticos entornos, donde la experiencia se confunde más y más, al extenderse la imaginaria línea del tiempo que se les asignó.
En todos ellos, esa creatividad prestada puebla de "cosas" al mundo: unas divertidas, otras útiles y también, otras decididamente causantes de sufrimiento.
Un ejemplo elemental de aparición de las cosas: Una mesa no fue "hecha" por Dios: Dios preveyó la sustancia densa de la mesa, a través de Sí mismo, convertido en un bello árbol que respiró y creció, inmerso en un bello paisaje, que también era Él mismo.
Por muchos años... Por el Año de Brahama... 8.640 años.
Un ejemplo elemental de aparición de las cosas: Una mesa no fue "hecha" por Dios: Dios preveyó la sustancia densa de la mesa, a través de Sí mismo, convertido en un bello árbol que respiró y creció, inmerso en un bello paisaje, que también era Él mismo.
Luego, proveyó la sustancia de energía intermedia, mediante el deseo entusiasta y hábilmente entrenado, de alguna de las criaturas que Él anima: el carpintero.
Pero, también Él suministró la sustancia de la conciencia de otra criatura, -el artista- a quien tambien anima y da vida, y quien visualizó y creó un molde de mesa en el pensamiento -hecho de la misma sustancia de Dios-. Lo que permitió bajar la artística mesa a la existencia física.
Asi que, en cada mundo llega a haber de todo, para todos los gustos y todas las posibles experiencias.
En algún momento,
cuando se desenrolle todo el ovillo de esa línea de tiempo particular,
-y también por sanidad mental-,
se barajarán las cartas de nuevo,
se hará borrón y cuenta nueva...
y volverá a empezar otra diversión temporal distinta.
Es cuando a la Brillante Sustancia se le antoja descansar, por lo que comprime su singularidad en su Shambalá Vacío, antes de la siguiente etapa de aventuras.
¡Puro gozo! ¡Nada trascendental!
¡ja! ¡ ja! ¡ja!
-y también por sanidad mental-,
se barajarán las cartas de nuevo,
se hará borrón y cuenta nueva...
y volverá a empezar otra diversión temporal distinta.
Es cuando a la Brillante Sustancia se le antoja descansar, por lo que comprime su singularidad en su Shambalá Vacío, antes de la siguiente etapa de aventuras.
¡Puro gozo! ¡Nada trascendental!
¡ja! ¡ ja! ¡ja!