martes, 20 de junio de 2023

Mindfulness o Atención Plena

Volviendo al tema de la importancia de poder mantener la Atención y evitar divagar. Quienes ven un poco más claro que los demás, -sean de la tendencia que sean-, coinciden en que la meditación es la clave para centrar la atención y abrir nuestra mente.


¿Para qué queremos abrir la mente? Dejando atrás los conceptos orientales de iluminación, satori, samadhi, y otros, desde nuestra perspectiva occidental es un buen instrumento para lograr alguno de los dos objetivos fundamentales que nos permiten la autorealización, dependiendo de nuestro interés: 

  1. Controlar algo los resultados que vemos en Matrix, lo que se refleja en bienestar y tranquilidad. Sentirnos menos una hoja al viento.
  2. Entender la Realidad, con motivos más profundos y trascendentales, aclarando preguntas como ¿Cuál es el Plan original? ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Cuál es mi propósito en esta vida? ¿Quién soy?
Hemos analizado varias formas de meditación en este blog. Por ejemplo esa entrada que muestra cómo nos distraemos y cómo nos distraen malintencionadamente; incluso una, supersimple, para desestresarse. Sin embargo, lo que sucede, en general, es que NOS PARECE QUE NO TENEMOS TIEMPO para dedicarle a ningún tipo de ejercicio, ni las condiciones de silencio que suelen acompañar las instrucciones de meditación. 

Por eso quiero recomendar una forma básica y sencilla, que se puede hacer en cualquier momento y por el tiempo que se tenga: 5, 10 o más minutos. ¡El Mindfulnes! una meditación moderna.


El proceso es así. Se sienta en una silla o en la cama o en el jardín, con la espalda recta. Y con los ojos cerrados, empieza a seguir la respiración entrando y saliendo del cuerpo. Ya sea en el pecho, en el vientre o en las aletas de la nariz. Donde le guste bien.

Se sigue la respiración, dejando que los pensamientos que vengan a molestar se alejen, sin prestarles ningún interés.

Si al principio es difícil mantenerse concentrado en la respiración, contarlas: inspira, espira, uno. Inspira, espira, dos. Inspira, espira, tres. Tratando de llegar a 20. (Con un poco de práctica es fácil).

Allí se puede quedar, muy relajado, disfrutando el tiempo que se pueda. Allí terminan las incertidumbres por el futuro y las lamentaciones por el pasado.

Si después de este ensayo les gusta la sensación de tranquilidad y alegría que resulta, en línea hay muchísima información de otras variantes, observando por ejemplo su propio cuerpo o algo exterior a él.

Recomiendo a Mario Alonso Puig, porque es un médico que lo experimenta diariamente con personas muy enfermas y que además, le cuenta a uno en detalle los efectos de este simple ejercicio sobre el cerebro humano. Me encanta que este investigador/autor dice que "los seres humanos no somos multitarea"... aunque queremos aprovechar el tiempo haciendo varias cosas a la vez.

Coloco aquí una entrevista de solo 30 minutos, que puede ser de mucha utilidad en este tema de la atención, con la ventaja de ser en español