viernes, 8 de noviembre de 2013

La Tragedia del Tibet

El Tíbet, lejano y místico país que nunca ha querido integrarse a las carreras en que se consumen todos los demás países (la carrera tecnológica, la carrera armamentista, la modernización, la carrera industrial, la carrera del espionaje y la carrera contra el "terrorismo"), ha sido abandonado por la opinión pública (léase medios de comunicación) y por la ayuda internacional, por su ausencia de recursos hidrocarburíferos y mineros. Esto es, porque no han encontrado qué arrebatarle de valor material.

Allí donde no hay petróleo, oro o hierro, nadie quiere ir. De manera que ha sido ignorado por el resto de la Humanidad, a pesar de su gran aporte a la espiritualidad y la paz. Cosa que fue aprovechada por la China,  siempre expansionista, quien vio la ubicación estratégica del Techo del Mundo. Allí comenzó el martirio de este pacífico pueblo, cuando el ejército chino arrasó con población, cultura y especialmente religión (que no coincidía con el comunismo manejado en ese momento por el imperio). Los grandes tesoros arquitectónicos, esculturales y pictóricos fueron destruidos y quemados por los salvajes soldados chinos, quedándose el Tibet sin dirección ni apoyo de nadie.

Personalmente opino que su líder político, el Dalai Lama, tampoco se ha destacado por su liderazgo diplomático... No es él de mis personajes favoritos, pues me parece que a veces usa su título de guía espiritual de su pueblo para darse un poco de vitrina personal o como lo hizo, para imponer políticamente (y tal vez tratando de congraciarse con los chinos invasores) a un Karmapa falso. Pero eso no importa. Nadie niega que su historia ha sido la peor de cualquier gobernante, pues no lo encarcelaron, ni le hicieron atentados, ni nada. Solamente tuvo que huir al país vecino y una vez allí, lo ignoraron. 

Y lo ignoramos también nosotros, los que nos decimos espirituales y que tal vez hemos usufructuado de la sabiduría milenaria de esta cultura mágica. Por eso, transcribo aquí lo expuesto por el grupo humanitario de Avaaz, para que al menos nos solidaricemos por internet con el Tibet, poniendo un mini granito de arena para ayudarlos:

Los tibetanos que se niegan a izar la bandera china en sus casas se exponen a ser golpeados o tiroteados en un último y brutal intento de China por doblegarlos. Pero ahora estamos ante una oportunidad global para brindarle esperanza al pueblo del Tíbet, que resiste con orgullo a pesar de enfrentarse a situaciones desesperadas. 


Mientras sigue la represión, el gobierno chino está tratando de ocultar las violaciones de derechos humanos en Tíbet tras una gruesa cortina de humo, con el propósito de ganar los votos que necesita para ser admitido en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Pero si muchos de nosotros visibilizamos cómo están aplastando la religión y la cultura milenaria del Tíbet, prohibiendo la entrada de periodistas y arrestando a civiles indefensos, podemos conseguir que China dé un paso atrás en su política de mano dura, para asegurarse los 97 votos que necesita.

La presión internacional sobre China está aumentando. En una muestra de apoyo sin precedentes, Canadá, República Checa, Francia, Alemania, Islandia, Japón, Nueva Zelanda, Polonia, Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, Suecia y Austria acaban de pedirle a China que proteja la libertad de reunión, religión y asociación en el Tíbet. Su petición llega días después de que un tribunal en España acusó al ex-presidente chino Hu Jintao de genocidio en el Tíbet. 

Sin embargo, la situación es alarmante. Más de 120 personas se han auto-inmolado para protestar contra la ocupación china y cientos de miles han desaparecido. Las políticas que China mantiene en Tíbet están suprimiendo sistemáticamente las lenguas tibetanas, sacando a la gente de sus hogares y ejerciendo un férreo control sobre la libertad de movimiento y espiritualidad dentro del Tíbet.


Estas políticas de represión también le están haciendo daño a China; pero como ya han ido tan lejos, van a necesitar una presión monumental para cambiar de táctica. Esta semana podemos empezar a darle un giro a las cosas. Alcemos nuestras voces ahora que China está bajo la lupa del mundo para demostrarle a nuestros gobiernos que no nos hemos olvidado del Tíbet. Firma ahora y corre la voz -- construyamos la petición en apoyo al Tíbet más grande de la historia para que los miembros de la ONU obliguen a China a rendir cuentas. Firma esta petición: 


El orgulloso pueblo del Tibet está luchando contra el brutal régimen de China y añora un cambio, pero es muy difícil que lo logren solos. Nadie puede conseguir cambios tan grandes por su cuenta. 


Demostrémosle al pueblo tibetano que el mundo no los olvida y aprovechemos que China está sintiendo la presión de 13 gobiernos que le están exigiendo respuestas sobre la situación de derechos humanos en Tíbet. Firma para solidarizarte con el pueblo tibetano y comparte esta petición con todo el mundo. Cuando logremos un millón de apoyos, entregaremos la campaña a las delegaciones clave de la ONU y haremos el mayor ruido posible ante los medios.