Hace unos días decíamos que la clave para ascender es no juzgar ni a la gente ni a los acontecimientos.
Entonces, sigamos la indicación y actuemos así:
¡No vamos a juzgar al virus, ni de dónde salió, ni a quien le conviene, ni quién se lo inventó!
Vamos a retirar nuestros pensamientos y en consecuencia nuestra energía del grupo que manipula el mundo. ¡Vamos a dejarlos solos y sin alimento! -Se alimentan de nuestro miedo-
Sea lo que sea, lo importante es recordar quiénes somos y nuestra función aquí:
Levantar la vibración del planeta para lograr que la mayor parte posible de la gente ingrese y empiece a vivir en la cuarta densidad o dimensión
Nada más nos debe ocupar.
Si nos morimos, sabíamos que nos íbamos a morir desde que nacimos.
No es noticia nueva ni atemorizante, puesto que nada se puede hacer para evitarlo.
La propuesta es entonces:
Antes de comenzar lo que pueda ser nuestra rutina,
al abrir los ojos, aún acostados... sin ceremonias,
dediquemos unos minutos o al menos instantes
a recordar que SOMOS HIJOS DE DIOS.
Un minuto para acordarnos que en realidad NO HAY NADA QUÉ TEMER.
¡Estamos en un holograma impermanente
que no es el Mundo Real!
¿Por qué nos dejamos asustar de semejante forma?
(Probablemente haya alguien riéndose de nuestra insensatez.
¡pero no importa!)
¿Cuál es la angustia?
¿Es que nos duele tanto la posibilidad de dejar este holograma?
Absurdo, pues es un hecho que a todos nos toca morir en algún momento.
¡No es nada nuevo!
Y en el momento de la muerte, el holograma se apaga,
ya sea en la soledad de un hospital,
o en compañía de media humanidad con el corona-virus.
Así que al despertar, envolveremos mentalmente al planeta con amor, visualizándolo sano.
Brillando con un halo precioso dentro del Sistema Solar,
como si fuera un pequeño sol intercalado entre los planetas.
No es más lo que debemos hacer...
Así, centrados, podremos levantarnos cada mañana.
Empoderados por ser Hijos-del-Más-Poderoso
y sabiéndonos Semejantes-a-Nuestra-Fuente.
Estaremos dando las gracias a un planeta bello y amoroso que facilitó nuestras experiencias y nos sustentó con cariño maternal.
Con nuestro pensamiento dirigido saldremos en cuestión de días de este aparente problema.
E irónicamente, es muy posible que esta epidemia suscite en nuestra cultura cambios que van a ser favorables para el mundo ideal en el que quisiéramos vivir.
E irónicamente, es muy posible que esta epidemia suscite en nuestra cultura cambios que van a ser favorables para el mundo ideal en el que quisiéramos vivir.
Tengamos un poquito de paciencia y confianza.
TODO ESTÁ BIEN
¡No alimentemos más la energía oscura!
Nosotros somos más y somos fuertes.
No van a prosperar.
¡Seamos Fuentes de Luz, porque esa es nuestra naturaleza!