lunes, 16 de marzo de 2020

El día en que la civilización se detuvo



Puede ser que esta pandemia nos traiga también cosas buenas.
¡Increíble! ¿No?

El caso es que frenó el caótico afán de un mundo que hace solamente unas semanas se agitaba frenéticamente tras ilusiones vanas, atacando a los vecinos y rechazando a los que no pensaban igual.

¿Podría alguien haber imaginado que nuestra superficialidad, estrés y persecución de placer y bienestar exagerado, 
podía detenerse en UN SOLO DÍA en todo el planeta a la vez?

Resultado de imagen para pandemia

Entonces ¿Qué pasó?
De pronto nos quitaron todos nuestros títulos y etiquetas que nos destacaban en el grupo y nos hacían sentir superiores. Volvimos a ser niños indefensos requiriendo protección. ¡Vulnerables! Adiós a nuestra soberbia de gente tecnológicamente avanzada, ¡De sociedad sin corazón!

Como en el suceso del ogro y el comerciante de este mismo blog, titulado No Soy Un Cuerpo. Soy Libre. UCDM. Lección No. 199, podemos preguntarnos hoy algo que jamás hubiéramos pensado, por ejemplo, en la pasada Navidad 2019:

¿Quién soy sin mi título profesional? ¿Sin mi empleo?

¿Quién soy sin mi cuenta bancaria? ¿Sin mi tarjeta de crédito?
Y lo peor: ¿Quién soy sin mis ingresos mensuales?

Mis ventajas no me protegen. ¡Ay!

Esto hizo que todo status desapareciera: Un migrante venezolano que duerme en una carpa al lado de la avenida, se convierte de pronto en un hermano a quien hay que apoyar. Entre otras razones, porque  él mismo puede enfermarnos si lo abandonamos a su suerte...

¡Uuuppsss!

¿Estará este virus acercándonos nuevamente al concepto de Humanidad Una, del que nunca hemos debido separarnos?

¡Muchos de los errores de nuestra cultura provienen del desconocimiento de que somos UNO!

Resultado de imagen para salto espiritual

Si esta epidemia logra recordarnos esto, 
todos podríamos dar el salto espiritual anhelado. 
Pues si entendemos que somos uno, automáticamente y sin mediar moral ni religión, nos respetaremos, nos colaboraremos y simpatizaremos incluso con los desconocidos. 

Y nunca más nos atacaríamos, ni nos insultaríamos, ni nos haríamos bullying siquiera.


¿Será este el violento cambio anunciado para este salto de densidad, 
 que muchos imaginábamos con terremotos y catástrofes físicas?