Estamos convencidos. Nuestra mente racional aún patalea un poco, pero no somos los ingenuos de antes.
¡Manos a la obra! Vamos a cambiar el holograma.
Sabemos que la mente de cada personaje puede afectar a la simulación en que creemos vivir. Y más aún, lo pueden lograr en menos tiempo las mentes unidas, intencionalmente o no, de todos los participantes.
Así que propongo que el ejercicio de la mañana y el anochecer se simplifique, -porque todos los días no tenemos el tiempo de visualizar el conjunto del Mundo Feliz al que queremos pasar-.
Usaremos un mantra... un eslogan corto, pero no menos eficiente para nuestros fines de involucrar a toda la Humanidad en este despertar colectivo y cambio de Holograma.
- Con los ojos cerrados volaremos con la imaginación al planeta Marte (o a otro que nos guste más) y desde allá, sentados en su superficie como el Principito, observaremos con cariño infinito al planeta azul... a la Tierra, con todos sus miles de millones de habitantes humanos.
- Pediremos permiso al Creador para hacer unos minutos de conexión con sus mentes, y a ellos les diremos que si no resuenan con lo que les vamos a compartir, nos ignoren.
- Diremos mentalmente: