lunes, 17 de mayo de 2021

¿Se está violando el Código de Nuremberg?

El Código de Nuremberg se redactó, por allá en el año de 1947, despues de la derrota nazi y tras el Juicio de Nuremberg a experimentadores médicos como el Doctor Mengele (llamado el Ángel de la Muerte). 

Este doctor nazi utilizaba a los prisioneros judíos de los campos de concentración para una serie de experimentos "médicos" mortales. Especialmente usaba a gemelos para ensayos inhumanos, en los que, como conejillos de indias, morían los participantes con toda clase de sufrimientos.

El Código de Nuremberg enumera 10 puntos que tienen que ver el derecho de la persona a negarse a participar en experimentos médicos y a no ser incluido en ninguna prueba médica sin su consentimiento.

En la misma línea, la Declaración de Helsinki adoptada por la Asamblea General de 1964 de la Asociación Médica Mundial (World Medical Association, WMA) fue otra forma de establecer límites éticos a la investigación médica en seres humanos. Establece que “el bienestar de la persona que participa en la investigación debe tener siempre primacía sobre todos los otros intereses”.

Estas dos declaraciones, junto con otras más que se han aprobado, nos protegen en teoría.

Son de obligatorio cumplimiento en todas partes del mundo, por lo que las investigaciones científicas deben hacerse respetando la integridad de los participantes, sin coaccionar a nadie y algo más: solamente si es para el bien de la sociedad.

El Doctor Joseph Mercola a quien sigo hace más de 10 años por su acertada y crítica perspectiva sobre los tratamientos médicos actuales, llama la atención sobre una publicación de un ex-directivo de una importante farmacéutica muy sonada por estos días.

La pregunta para nosotros es:

¿Está la población mundial siendo utilizada masivamente en este momento para un experimento médico sin su consentimiento?


¿Cuál es la idea con este tratamiento masivo sin pruebas previas, experimentación adecuada ni garantía de ningún tipo?

Lo extractado por el Doctor Mercola (también pongo acceso al artículo completo) es lo siguiente:

  • El Dr. Michael Yeadon (ex vicepresidente y jefe científico de alergias y vías respiratorias de Pfizer) advierte que los pasaportes de vacunación y las vacunas de refuerzo contra las variantes del SARS-CoV-2 podrían formar parte de un plan para reducir la población mundial
  • La propagación asintomática es un engaño para difundir miedo y obligar a las personas a vacunarse. Solo aquellos con síntomas evidentes de infección respiratoria representan un riesgo para la salud de los demás, ya que para poder contagiar se necesita tener una carga viral alta. Cuando se tiene una carga viral alta, el sistema inmunológico ataca el virus, lo que induce los síntomas.
  • El mito de la propagación asintomática se utilizó para justificar los confinamientos, que a su vez fueron una herramienta para normalizar el hecho que las personas renuncien a sus libertades y a su antiguo estilo de vida, así como para hacerlas aceptar la destrucción de la economía global.
  • Los pasaportes digitales de vacunación serán la base de una plataforma de control y vigilancia sin precedentes, que incluirá toda su información personal, desde sus registros de salud e identificación biométrica, hasta un sistema bancario centralizado totalmente digital y un sistema de crédito social, que podría utilizarse en su contra para obligarlo a hacer lo que le dicen.

A pesar del hecho de que aún faltan dos años para terminar los ensayos clínicos de las vacunas, los gobiernos de todo el mundo analizan hacer estas vacunas obligatorias o hacer que las empresas obliguen a sus empleados a vacunarse para que puedan regresar a trabajar o para viajar.


Es increíble que las medidas de prevención médica las dicten ahora los políticos y los dueños de la información mundial.