Acostumbrémonos a CANCELAR o a ELIMINAR o BORRAR los Pequeños Miedos que desde la infancia tenemos enterrados dentro, en el subconciente.
Antes de que un Pequeño Miedo nos gane y "cancele" el objetivo por el cual hemos venido trabajando, ¡cancelémolo a él! Y esto se hace simplemente diciéndolo, puesto que para nuestra mente creadora, la frase positiva es tan válida como la negativa que la precedió.
"Borrar, borrar.".. o "Cancel" o "Delete"
No se sabe bien en qué momento, (si a lo mejor fueron nuestros amantes padres, en su afán por protegernos), pero llevamos dentro un PEQUEÑO MIEDO a que las cosas salgan mal y se tornen peligrosas para nosotros. Ojo: Esto lo llevamos dentro, además de los GRANDES MIEDOS imbuídos por el Sistema y de los que hemos venido hablando últimamente.
Aunque en teoría las posibilidades de resultados Correctos/Fallas en la cotidianidad son generalmente iguales (50% y 50%), en nuestro interior el Pequeño Miedo hace que pensemos que es más fácil y corriente que las cosas fallen y no que tengan éxito, dándole mayor peso a la posibilidad de que salga mal. Esta manera de pensar nos limita muchísimo para emprender nuevas cosas.
Pero el mayor problema, el mayor mal que nos hacen esos pensamientos, aunque sucedan solamente por unos segundos, es que actúan como CANCELADORES de cualquier visualización, cualquier sueño, y cualquier proyecto que tengamos en mente desarrollar o alcanzar.
Por ejemplo: Puede que nos hayamos propuesto triunfar como cantantes en un reality, o simplemente adelgazar este año... Es verdad que estamos haciendo todo lo necesario con entusiasmo y que vemos el logro varias veces durante el día y lo mantenemos en la mente. ¡Debería funcionar! Pero... En cualquier momento en que estamos descuidados, nos ataca el Pequeño Miedo diciendo en el interior de nuestra cabeza: "Y ¿si el finalizar estoy más gordo?" "¿Y si me resfrío el día de la audición y no puedo cantar?"
La mente entiende que ya no es válido el objetivo por el que se venía luchando y elimina su materialización.
Entonces... Les quiero compartir una solución que he oido tanto a gurús hindúes como a JoséSilva:
Debemos decir mentalmente de inmediato: "CANCELO ESTE PENSAMIENTO"
O simplemente imaginar que estamos en el computador frente a un archivo indeseado oprimiendo "DELETE"