domingo, 23 de febrero de 2014

Perdonar al Mundo

Matrix es considerada un obstáculo para nosotros, los que estamos despertando. Es la estructura del sueño que nos confunde. Pero puesto que todo debe ser parte del Todo, aún las ilusiones que nos inquietan en esta existencia deben hacer parte de la Fuente de energía original. -Porque nada puede existir aparte del Todo-. ¿De qué podrían estar hechas las ilusiones, si no?

En Matrix deambulan los seres... los hijos de Dios... ¿Quiénes son estos? Volvamos a la terminología budista, con la que Una "emanación" de Dios se convirtió en su Hijo.

Este Hijo, tal vez jugando, quiso experimentar la percepción. Esto es, se puso a pensar: Juguemos a que no estoy en todas partes, sino que me instalo en un solo sitio y desde ahí miro alrededor. Que si deseo desplazarme, tendría que moverme de un punto a otro, pasando por todos los puntos intermedios.

¿Y qué tal si ya no fuera eterno? No podría dejar de ser eterno... pero inventaría episodios limitados por un instrumento que me ayudaría en tal ilusión y al que llamaría Tiempo. Tal vez entraría y saldría múltiples veces en múltiples juegos (reencarnación), o a lo mejor jugaría todas mis fichas a una sola oportunidad.

Y como una adicción, el juego de la percepción fragmentada tiene soñando a este Hijo, que realmente nunca se ha separado de su Padre y que se encuentra a salvo en su Reino. Pero en el orden de ideas que traemos, la esencia de su sueño pertenece a sus mismos pensamientos y él a su vez, pertenece al pensamiento de Dios. No hay más.


En conclusión, esta Matrix que percibimos en nuestra aparente separación, no podría ser ajena a la esencia del Todo. O sea, al igual que todo lo demás, es parte de Dios.

Por lo tanto, y con el fin de despertar lo más pronto posible, sigamos las indicaciones del No Apego, que incluye desapegarnos tanto de lo que nos tiene molestos, como de lo que nos agrada.

Por lo tanto, rechazar a Matrix no sería el mejor camino... El camino sería PERDONAR A MATRIX. Verla con ojos neutros, sonreirle y no dejar que nos afecte; especialmente si sabemos que tenemos el potencial de hacer de ella el "Sueño Feliz" que nos permitiría dar suavemente el salto al despertar.

Porque despertarse en medio de una pesadilla no es nada agradable. Aunque no haya sido verdad, nos deja mal; para nada es digno del Hijo de Dios. Por lo tanto, elijamos despertar de un sueño feliz, para incorporarnos en nuestro lecho, sonrientes, para recibir la bienvenida de nuestro Hogar.

Perdonar a Matrix se hace así de simple, como perdonar un pisotón en el bus: Se le dice, Te perdono por lo que pareces ser, y me dedico a ver tu parte más hermosa, que por supuesto es tu esencia.

Con esta práctica, el mundo tendrá que cambiar automáticamente, pues nuestras mentes están conectadas y sienten lo que otro piensa. Eso ha sido nuestro error: Asimilar lo que las partículas más violentas han generado, llevando esta experiencia a un caos que nos aprisiona y generalmente no tiene nada de divertido.

Perdonemos a Matrix: Nos dará paz mental.

Demos un vistazo a su belleza natural con la música del brillante compositor italiano Roberto Cacciapaglia: