miércoles, 26 de febrero de 2014

Rebirthing

Algunos de mis amigos New Age y también uno que otro budista, me hablaban de la maravilla del Rebirthing. El famoso proceso de renacer. Interesante idea que nadie me pudo explicar nunca a cabalidad, pues aunque la idea de nacer de nuevo concientemente suena bien, nunca entendí ni para qué, ni cómo.
Las instrucciones recibidas en esa época eran algo así: Aíslate un fin de semana, sin ruido ni distracciones, vacía tu mente y vuelve a ser un niño. Al volver a salir, serás una persona nueva...

Me encerré en mi cuarto y no supe por dónde empezar el renacimiento. Hasta que pasados los años y en mi lento avance en el conocimiento de la Verdad, relacioné el Rebirthing con un tema que sí puede llevarse a la práctica de manera relativamente fácil:

-Olvidar todo sobre el pasado-

Si logra uno restarle importancia al pasado, estará desarmando al Ego, que al fin y al cabo, se nutre de las experiencias que tiene registradas y calificadas, para juzgar y sacar sus nefastas y agresivas conclusiones.

Ideas que la mayor parte de las veces nos hacen infelices, porque nos mantienen viviendo del pasado. Enfermedad que llega hasta el punto de que muchos de edad avanzada ya no ven nada ante sí, más que la triste ausencia del añorado pasado. E incluso existen las patologías seniles, en las que la persona cree literalmente que está viviendo en su pasado y pregunta por qué no la visitan familiares que hace años están muertos, o desea que la lleven a sitios que ya no existen en su ciudad.

Actitud en todo opuesta a lo que es un niño pequeño. El niño, en su inocencia, se emociona con todo. Todo es nuevo para él y cualquier hecho le significa la posibilidad de una agradable sorpresa escondida. ¿Por qué? Porque no tiene pasado con el cual relacionar, ni comparar, ni deteriorar la imagen de lo que está ante sus ojos. Entonces, el chiquillo no juzga... Solamente observa y se asombra. ¡Es feliz! Considera al mundo como amistoso. Y está ansioso por conocer más... Por aprender... Por jugar... Por ser amado. Todo esto ¿Por qué? ¡Precisamente porque el niño acaba de nacer!

Nos damos entonces cuenta de que ¡El bebé tiene nada menos, que las cualidades que están buscando quienes hacen el proceso de rebirthing!

En conclusión, el renacer que está a nuestro alcance fácilmente, el que nos hará pasar esta experiencia terrenal de manera mucho más agradable, -mientras podemos dar el salto para abandonar a Matrix-, es el sencillo proceso de desvirtuar el valor del pasado.

Con ello, muchos de nuestros miedos desaparecerán, lo mismo que los rencores hacia determinadas personas, quienes también quedarán automáticamente libres de su "culpabilidad" y podrán llegar a ser incluso nuestras amigas. Porque con nuestro renacimiento, renacerán ellas también. Serán nuevas e interesantes. ¡Cada una se volverá un manojo de posibilidades agradables! Dejará de arrastrar su cadena.

Considerando el pasado como una parte sin importancia de nuestro soñar... Eventos pretéritos que a lo mejor, ni siquiera ocurrieron, seremos seres libres y felices. 

No volveremos a pre-juzgar a nadie, pues estaremos vacíos de datos referenciales... Y se nos olvidarán las ofensas, los riesgos y los peligros. ¡Qué maravilla!

Dejemos atrás el pasado, que se nos vuelve una cárcel y
cada día nos hace complicado el presente,
con su rencor y sus imprecisiones.


¡ASÍ SÍ RENACEREMOS!