Como pensaba Jorge Luis Borges, nuestra vida es un camino que se bifurca permanentemente.
Cada tanto llegamos a una encrucijada y tomamos una decisión. Nos vamos hacia la derecha o hacia la izquierda... A veces sopesando las consecuencias y a veces solamente por intuición.
En todo caso, el resultado final es la suma de todas esas opciones y por lo tanto, completamente diferente de la vida de los demás, quienes empezaron en otro punto, escogieron otras condiciones y eligieron diferentes opciones en cada cruce.
Si solamente en una de esas encrucijadas hubiésemos tomado otro camino, seríamos otro completamente diferente y viviríamos una vida años luz distinta de la que ahora exhibimos.
¿Estuvo bien, o estuvo mal cada decisión?
-Difícil decirlo... O más bien fácil:
La vida de cada uno fue lo mejor que pudo ser,
porque ésa era la mejor decisión posible.