Viéndolo así, debemos meditar cada vez que tengamos un espacio en nuestra vida.
Esto beneficiará no solamente a nuestra recalentada cabeza,
sino que al Mundo entero le dará un respiro
dejándo de crear guerras, miedos, rivalidades, negatividades, monstruos y angustias infundadas.
Si no somos capaces de crear un mundo hermoso,
al menos dejémos de crear locuras y temores.
Si no somos capaces de crear un mundo hermoso,
al menos dejémos de crear locuras y temores.