viernes, 27 de septiembre de 2019

Si fuéramos eternos...


Si nos dijera el genio azul de la lámpara 
que nos concedía el don de ser eternos 
y de cambiar de cuerpo cuando el que tenemos ya envejeciera o se deteriorara, 
¿Cómo cambiaría nuestra actitud hacia la vida?

Al menos yo, si fuera capaz de creerlo... Seguramente,  me calmaría: 


  • Dejaría mi afán desaforado y frustrado de querer viajar a nuevos sitios y mi inconformidad con mi vida actual. 
  • ¿Conocer lugares de los que me han hablado?  ¡Ya lo haría cuando por alguna razón decidiera hacerlo! 
  • ¿Cambiar mis condiciones de vida actual?  Puede ser, si ese cambio me pareciera realmente importante para lo que pretendo vivir en ese momento.

¡En realidad,  ese don nos haría poderosísimos! 

Simplemente programaríamos nuestras experiencias y disfrute de acuerdo con una lista de prioridades,  porque todo. .. verdaderamente todo estaría a nuestro alcance tarde o temprano.

¡Qué gran cambio en mi forma de vernos a nosotros mismos y a nuestra vida actual!

¡Si hipotéticamente fuéramos eternos!

Y resulta que ¡Esa es la gran verdad que nos ocultaron! 

Por todos los medios nos quieren inculcar desde que nacemos que no tenemos mucho tiempo y que nuestra vida sucede por decisión de alguien distinto de nosotros.

¡Esa fue la Gran Mentira!

¡Nosotros sí somos eternos!

En realidad,  debemos recordar que somos eternos por definición,  al haber sido creados a partir del Todo Eterno.

Estamos aquí porque lo hemos elegido,  así como cualquier día elegiremos algo más.

¡Somos los dueños de la escena!

¡Qué libertad! !!!

Lo sabemos desde siempre, pero pareciera que no lo entendemos ni lo podemos asumir.

Pero si lo logramos, después de este reconocimiento, la Pregunta automática que aparecería en cada mente es: 


¿Por qué elegí encarnar en el sitio, las condiciones y relaciones actuales?  

¿Cual era mi plan al venir aquí?


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Photo by Noah Silliman